Los precios están tan altos, como alto es el pico Duarte

En otros escritos y formas de comunicación he manifestado que el análisis forense de la inflación tiene la ventaja que permite identificar en el entramado que envuelve un hecho, como el del movimiento de los precios, que hay autores, motivos, medios, circunstancias, víctimas y victimarios; por lo que, la inflación es un fenómeno de precios que en su origen no es anónimo, tiene responsables y entre ellos, los del plano local.

   El incremento general de los precios es un fenómeno que la literatura económica lo reduce al concepto de inflación y como fenómeno, distintos enfoques de la teoría económica, identifican causales de naturaleza monetaria, fiscal, de demanda u oferta.

   Como fenómeno social, la inflación es un tema de atención sociológica, la que no se conforma por entender lo que la economía considera, especialmente en la parte del mercado, como medio que fija precios, sino que, opina en la dirección de que hay modelos que determinan el mercado y como tal son los verdaderos causantes del aumento de los precios en la economía.  

   De todas maneras, al margen de la determinación del origen de la inflación y de los datos oficiales que ofrece el Banco Central y otras entidades que construyen índices de precios, el caso de la Oficina Nacional de Estadísticas o la que simplemente determina y publica precios, como el ministerio de Industria y Comercio, con la fijación administrativa de los precios de los combustibles, la población consumidora con su imaginario social, construye métricas de precios, que por lo general dista mucho del ofrecido por los organismos oficiales. 

   La familia, actuando en su imaginario social tiene un patrón de consumo que por razones de particularidad no es el mismo que el empleado en la base de datos de los índices de precios con los que se calcula la inflación. Dicho en otras palabras, la cantidad de bienes y servicios que consume una familia al día de bajos ingresos, probablemente está compuesta por alrededor de unos 20 productos; en cambio, el de la canasta básica nacional, asciende a 364 y utiliza el método de la ponderación para la determinación del índice general de precios, lo que puede que haga que algunos movimientos de precios al alza queden neutralizados por otros que no crecen y hasta pueden decrecer.  

   Por consideraciones técnicas como la indicada en forma resumida precedentemente, el dato que la gente tiene sobre la inflación suele ser distinto al oficial, con el agravante de que la población al disponer de ingresos monetarios nominales fijos y bajos, se ven limitados para tener capacidad de respuesta frente al aumento de los precios, originando descontento social.

VariablesInflación, en %Tasa de interés, ppPCV, %Precio de la Electricidad, %Precio manufac., %Gasolina, %Gas, %Exc. pico Duarte, %
2020-202321.213.8928.236.024.841.1418.6272.0

   Todas las encuestas políticas que se han aplicado en el país, contaminadas o no, afirman que el principal problema que tiene la población en la actual coyuntura es el alza de los precios de los productos de alto consumo; pero la preocupación y queja no se detiene ahí, va más allá de la inflación de la canasta básica, la gente dice que todo está más caro, absolutamente todo.

   Aunque de conformidad con lo que se afirma sobre el alza de los precios, hay que ser justo y decir también, que hay una excepción, el precio del dólar estadounidense. Resulta que, en el mercado cambiario, el peso dominicano se ha apreciado frente al dólar, pues al inicio de la presente gestión gubernamental un dólar costaba RD$ 56.41 y se mantuvo en descenso hasta el 13 de junio de 2023, cuando la cotización se ubicó en RD$ 54.94, para una apreciación de un 2.60 %. Desde entonces el mercado comenzó a mostrar una tendencia creciente y ahora se cotiza en RD$ 56.26, lo que muestra una apreciación en lo que va de año de un 0.26 % y una depreciación a partir del 13 de junio de un 2.4 %.

  A excepción del precio del dólar en el mercado cambiario, todo ha subido en la economía dominicana, veamos los siguientes ejemplos.

    El precio del dinero bancario ha subido, por lo que ha habido una inflación de ese tipo de dinero. En agosto de 2020 la tasa activa promedio ponderado era de un 10.22 %, en cambio, el promedio mensual al 20 de julio era de 14.11 %, para un incremento de 3.89 puntos porcentuales. Este aumento como es natural tiene un efecto en el costo de las inversiones, encareciendo el crédito bancario y haciéndolo ralentizarse, lo que explica en parte la caída de la economía en los primeros 5 meses del 2023 a apenas un 1.4 % acumulado e interanual de un 2.4 %.

   Por el lado del precio de la construcción de las viviendas, también este renglón se ha visto afectado en forma importante, al situarse el alza de los precios acumulada desde agosto de 2020 a junio de 2023 en un 28.2 %, superior incluso a la inflación acumulada de la canasta básica. Conforme a los datos del desempeño de la economía en los primeros meses de 2023, el sector construcción ha tenido un comportamiento negativo de un 3.5 %.

   En lo relativo al precio de la electricidad, el tarifario para el sector de los hogares que consume hasta 700 kWh, en la presente gestión ha subido de RD$ 4.44.kwh a RD$ 6.10 el kWh, para un incremento de un 36.0 %. La subida de la tarifa, aunque no se ha producido recientemente, al entrar el país a una época calurosa, el consumo de energía eléctrica aumenta y por esas dos vías la factura que le llega a las casas de la gente es mayor en este mes que en los anteriores.   

   A nivel de la industria manufacturera, también el incremento de los precios no la ha dejado tranquila, impactándola negativamente desde el 2020 al 2023 en un 24.8 %, lo que ha incidido no solo sobre los consumidores finales, sino a la propia industria, que ha hecho que en los primeros meses del 2023 haya caído en un 2.4 %.

   En cuanto al precios de los combustibles, el precio de la gasolina premiun ha sufrido un incremento de un 41.14 %, al situarse ahora en RD$ 293.60, precio impulsado originalmente cuando el petróleo WTI a mediado del año 2022 rondó los US$ 110.0 el barril. En la actualidad el precio es de US$ 75.63, evidenciando una disminución en la cotización internacional, mientras que, la gasolina en el mercado local ha permanecido sin variación a la baja, razón por lo que la gente se la encuentra cara.

   Lo propio le ha ocurrido al gas que se ha movido al incremento, acumulando un 18.62 % en la presente gestión gubernamental. Para las amas de casa el consumo de ese producto es de primera necesidad y de alta sensibilidad.

   El aumento de precios también les ha llegado a las excusiones al pico Duarte. En el 2020 costaba RD$ 2,975 por persona por día y ahora tiene un precio de RD$ 5,132, equivalente a un 72.0 %, por lo que, los precios en la economía están tan elevados, como alto es el pico Duarte.

   Como han podido leer, los datos muestran evidencia suficiente que soporta la afirmación que dice la gente, de que en la economía dominicana todo más está caro y muchos otros agregan que ahora tienen menos dinero en los bolsillos.

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