La inflación

En economía es muy común que no estemos de acuerdo acerca de la valoración de un evento económico. La apreciación dependerá del grado de influencia que tengan las distintas escuelas de pensamiento económico, o del método que se utilice para calcular determinadas variables, esto independientemente de la calidad de la información que se disponga.

Opinión sobre inflación

Las diversas opiniones que hay sobre la inflación no obedece al problema del pensamiento económico, tampoco al método de cálculo, ni las reservas que se tengan acerca del organismo oficial que realice su cuantificación; se debe más a las posiciones políticas, cuando se trata de profesionales, o al poco entendimiento de la población general.

En la República Dominicana no existe una entidad privada con o sin fin de lucro que disponga de la infraestructura organizacional para calcular la inflación del país, y contradecir con altos niveles de precisión la que realiza el Banco Central de la República Dominicana; de ahí la afirmación anterior.

Método de encuesta

Desde el 1941 el Banco Central calcula y lleva el registro histórico del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es el que mide la evolución general de precios de los bienes y servicios; y aunque por muchos años solo se hacía para la ciudad de Santo Domingo, a partir del 1976 se comenzó a realizar a nivel nacional en base a 245 bienes y servicios.

Luego a partir del 1999 la canasta básica de bienes y servicios del IPC fue aumentada a 305, a consecuencia de los cambios en los patrones de consumo del dominicano, identificados en la encuesta nacional de ingresos y gastos de los hogares. Cada bien y servicio tiene una participación ponderada en el IPC.

La medición del IPC, a través del cual se calcula la inflación, se hace por medio de otra encuesta, la de precios al consumidor, aplicada a 7,963 establecimientos comerciales, donde se concentra el 83.0% de la población dominicana.

A final de mes o de año, cuando el Banco Central da a conocer la tasa de inflación las reacciones son diversas; pero al margen de las que ofrecen los profesionales salpicados por las simpatías políticas, la población común normalmente no está de acuerdo con el dato publicado.

¿Dónde radica el desacuerdo de la población con el dato que ofrece el Banco Central?, en el momento en que el consumidor al realizar sus compras paga un precio mayor que el que dice la tasa de inflación publicada por el Banco Central.

El Banco Central cuando dice que la tasa de inflación del 2013 fue de 3.88% se refiere a la variación de precios en los 12 meses del año y no la acumulada desde periodos anteriores hasta ese año, porque el objeto del cálculo no es el de la inflación acumulada.

En cambio, el precio que pagan los consumidores incorpora no solo el aumento del precio del periodo vigente; sino también los incrementos de precios anteriores; por lo que el precio que está pagando al realizar sus compras incluye la variación de los precios del pasado y se produce la inflación acumulada; por eso la divergencia entre su opinión y la que publica el Banco Central.

Entonces, ¿quién está equivocado?

Ninguno de los dos.

El precio que pagan los consumidores finales es como la edad de cada uno de nosotros, si en enero del 2013 usted cumplió 50 años, en este enero del 2014 tendrá 51, esto quiere decir que habrá o hubo un aumento de un año, aunque en el calendario ya hay acumulado 51.

Algo similar sucede con la tasa de inflación, si la del 2013 fue de 3.88% esto equivale al año que usted cumplió o cumplirá; sin embargo, no quiere decir que solo tiene un año; sino 51, y que el incremento de precios solo es de 3.88%; sino mayor, al sumarle la variación de precios de los periodos anteriores, obteniendo la inflación acumulada, que es igual a la edad que ha cumplido, de esa forma desaparece la divergencia y ambos, consumidores y Banco Central coincidirían o al menos la diferencia se hace menor.

De Haivanjoe NG Cortiñas