A pocos días de ser nombrado Superintendente de Valores (SIV) en el 2004 , entré a la página web de la Bolsa de Valores de la República Dominicana y ahí me di cuenta de la nota que decía “no hay operaciones”, me comuniqué con el Señor Donald Cott, Director Ejecutivo de la Bolsa para ese entonces, y le pregunté sobre lo visto en la página, confirmándome en forma muy franca lo que ya había visto, y sin salir de mi asombro le dije eso cambiará en menos de un año, a decir verdad, nunca me enteré si él creyó lo que le había manifestado, pero si no lo creyó, el tiempo me imagino sí se lo ha hecho creer, para su satisfacción como promotor y doliente del mercado de valores dominicano.
La información tuvo un gran impacto en nosotros, tanto que hizo que acelerara la elaboración del plan estratégico que nos habíamos planteado para la institución, previo a establecer los ejes que lo guiarían, siendo uno de ellos la promoción del mercado de valores, facultad que la propia ley 19-00 le otorga al organismo regulador y supervisor de ese mercado.
Luego de todo un proceso de formación de recursos humanos en el tema bursátil, por aquello de ausencia de cultura bursátil, decidimos encargar la elaboración de lo que denominamos, Manual de elaboración de prospectos de emisión de valores de oferta pública, inexistente no solo en dominicana, sino, al menos eso creo, en todos los países de América Latina con los que manteníamos relaciones a través de sus organismos homólogos.
Posteriormente se capacitó a los representantes de cada uno de los puestos de bolsa en la elaboración de prospecto, lograda esa meta, nos inventamos la figura del visitador bursátil, también inexistente en América Latina, y ni decir de los países desarrollados, pues ya ellos tienen su mercado de valores desarrollado y profundo.
Como parte de la estrategia de la SIV, elaboramos una lista con los nombres de aquellas empresas que veíamos tenían vocación para incursionar en el mercado de valores, a partir del criterio de que habían realizado emisiones de oferta privada, y complementamos o ampliamos el criterio incorporando aquellas empresas que por su tamaño y nivel de organización profesional, también tenían el perfil para sumarse como emisores de títulos valores de oferta pública.
En base a la relación de empresas que preparamos, salimos a visitar en Santo Domingo y Santiago a esas empresas, no en calidad de funcionarios de la SIV, sino como visitadores bursátiles de ese organismo rector del mercado de valores, a los fines de encantarlas y convencerlas de la conveniencia financiera de ser emisores de valores de oferta pública, siempre teniendo presente que en principio era suficiente que lo hicieran con instrumentos de renta fija.
En esas visitas les explicamos a los propietarios, administradores y gerentes financieros las ventajas del mercado de valores para procurar financiamiento complementario más barato que los que le ofrecían los medios tradicionales, para ese entonces y dependiendo de la calificación de riesgos del emisor y la emisión, el costo del financiamiento podría reducirse entre un 4.0% y un 5.0%, respecto al financiamiento del mercado bancario, disminución de costo nada despreciable para un inversionista.
Con la incursión de las empresas al mercado de valores, estas pasaban a ser las primeras en realizar innovación financiera desde ese mercado alternativo y complementario, al tiempo que les hacía aumentar su prestigio como marca, al permitir que sus empresas divulgaran informaciones al público por vez primera en la historia empresarial dominicana, pero con una ganancia colateral, aumentaba también su activo intangible, al lograr posicionar mejor su marca en el mercado.
De esa manera surgieron las primeras cinco emisiones de valores de oferta pública, las primeras empresas emisoras y los primeros estructuradores y colocadores, todos como participantes de un mercado naciente.
En esa historia narrativa, es donde radica el origen del mercado de valores en la República Dominicana en términos operacionales, al menos el de renta fija, y que hoy la bolsa de valores puede exhibir los números que presenta a los participantes de ese mercado y al público en general.
excelente ejemplo de como las ideas se convierten en realidad y muy oportuno para los que tienen memoria corta.
b ng
Gracias por tu acertado comentario
Haivanjoe publicado recientemente…Visitador bursátil
Asi fue como todo comenzo. Me cuento entre los testigos presenciales de los hechos narrados por el autor. La obra pioneril en lo relativo a la promocion e impulso de las operaciones en la bolsa de valores tiene sus protagonistas, entre los cuales se destacan el Presidente Fernandez y Haivanjoe.
Muchas gracias mi amigo Juan por tu comentario y juicio de valor.
Haivanjoe publicado recientemente…Visitador bursátil
[…] lo referente a las empresas, en adición a los encuentros que le hicimos como visitadores bursátiles del SIV a varios directivos empresariales, les impartimos a los encargados financieros y tesoreros […]
No responden lo que uno les pregunta hasta no sirve de nada