En la economía de la República Dominicana del periodo 2000-2014, se pueden observar unos niveles de valores acumulados que invitan a una ponderación desapasionada, o al menos un esfuerzo serio que minimice la contaminación ideológica en la labor de hacer economía para el país, especialmente en la parte relativa a la elaboración de las políticas públicas que procuran un crecimiento y desarrollo, en primer lugar sobre la base del esfuerzo interno público, y en segundo lugar, con la complementariedad de la ayuda externa e interna privada.
Para ello, el criterio general que debe guiar los esfuerzos públicos en materia del gasto gubernamental es supeditándolo a los ingresos corrientes permanentes, esto es, a los ingresos que provienen de las fuentes regulares y relativamente seguras de la economía dominicana. Solo en casos muy necesarios, donde el crecimiento económico, el empleo y la estabilidad social se vean amenazadas, debe justificarse una política de gasto pública expansiva.
Los valores acumulados no se refieren a montos que necesariamente son derivada de una sumatoria a una fecha determinada; sino al costo total fiscal o económico que ha implicado el desempeño de las finanzas públicas durante el periodo de tiempo considerado.
Los valores acumulados, resultados del tipo de desempeño de cada una de las variables involucradas, justificados en ocasiones por la situación internacional o local; pero en otras, por debilidades en las políticas públicas, para ser revertidos requiere de acciones encaminadas a producir cambios en dos direcciones simultáneas, las del ingreso y del gasto público.
Por el lado de los ingresos corrientes, el cambio fiscal se refiere a hacer un ejercicio de las posibilidades reales de incrementarlos, por la vía de eliminar las duplicidades legales que sirven de sombrilla a la elusión fiscal, disminuir a su mínima expresión el gasto tributario desfasado, penalizar la evasión fiscal en cualquier modalidad, inducir a una mayor formalización de la economía, a través de políticas públicas que permitan que las pequeñas empresas no paguen ningún impuesto por anticipado, entre otras medidas a aplicar.
Por el lado del gasto público, el cambio fiscal significa, sincerar la nómina pública en materia de duplicidades y triplicidades; eliminar el gasto publicitario, con las solas excepciones de campañas de salud y educación pública escolar, si se requiere, las entidades públicas que participan en competencia en el mercado y en situaciones de catástrofe y emergencia regional o nacional.
El cambio fiscal del gasto público también debe reorientare en función de los servicios y bienes que el Estado provee a la población, para ello se debe consensuar con todos los sectores un orden de prioridades de responsabilidad pública, siempre sujeta a la disponibilidad del ingreso permanente.
De igual forma, los cambios fiscales deben procurar establecer un fondo de contingencia en contra de los ciclos de la economía que inducen a la baja de las actividades económicas, a fin de contrarrestar o permitir que la economía continúe con la marcha del crecimiento que requiere el país.
Otros componentes a incluir en los cambios fiscales es el desmonte de los impuestos al ahorro, para favorecer así la inversión como forma de sostener el crecimiento en forma más sostenida; así como también reformar la ley de recapitalización del Banco Central, en la dirección de hacerla compartida en los ámbitos monetario y fiscal.
Los valores acumulados durante los 14 años del período indicado, son los indicadores económicos que justifican los cambios fiscales referidos precedentemente, a fin de mantener los adecuados niveles de inflación en un dígito y el crecimiento económico como el que ha experimentado la economía dominicana durante los años 2000/2014, y también, entre los primeros en América latina, con la excepción de los años 2002 y 2003.
El cuadro que sigue presenta una muestra de los valores acumulados de las variables del servicio de la deuda pública, las amortizaciones al capital, los intereses, el financiamiento presupuestario y la deuda pública total durante los años 2000/2014.
Valores acumulados (en millones RD$ y %)
Variable/ Periodo |
Intereses* | Amortización* | Servicio Deuda Pública Total* |
Financiamiento Presupuestario* |
Deuda pública Total/PBI |
2000/2014 | 328,169.0 | 275,657.0 | 603,826.0 | 441,456.0 |
38.5 |
Fuente: Digepres, BC, y Dirección General de Crédito Público. *Estos valores son hasta diciembre 2013.
Como se puede apreciar en el cuadro, el monto total acumulado durante el período 2000/2013 por intereses que el gobierno ha pagado a la deuda pública interna y externa asciende a RD$328,169.0 millones, por concepto de amortización del capital a la deuda pública se ha erogado RD$275,657.0 millones, por el total del servicio, que es la suma de los intereses y la amortización, lo pagado asciende a RD$603,826.0 millones, el financiamiento que ha requerido la ejecución presupuestaria asciende a RD$441,456.0 millones, y la deuda pública como % del PIB es de 38.5% a agosto del 2014.
Los valores acumulados que ha mostrado el sector gubernamental, son una señal de la forma en que las autoridades públicas han tenido que manejarse durante el periodo considerado, y también es indicativo de los signos de agotamiento del modelo fiscal que prevalece en el país.
La debilidad fiscal mostrada es suficiente para que se produzcan cambios fiscales en la dirección expuesta, a fin de hacer sostenible el pago de la deuda pública y la marcha del sector público, conforme a las limitaciones que le impondría el nivel de ingreso permanente potenciado; sin sacrificar el crecimiento económico, los adecuados niveles de inflación, el tipo de cambio, el riesgo soberano, y otras variables vinculantes.
Eres tremendo en es análisis de economía y finanza
Gracias Henry
Haivanjoe publicado recientemente…Valores acumulados y cambio fiscal
Muy buen análisis, nos permite a los neófitos acercarnos al entendimiento del complejo tema de la economía. En el texto resaltan dos elementos que me parecen de suma importancia en la consecución de la meta deseada: 1) el establecimiento de políticas públicas que procuren crecimiento y desarrollo, y 2) la implementción de acciones encaminadas a producir cambios de manera simultánea en el ingreso y el gasto público. Acciones ambas que implican un verdadero cambio de los paradigmas que actualmente rigen el accionar político nacional.
Este es un análisis que está concensuado y sin desperdicio.
Aceptamos en su totalidad sus argumentos.