La noticia internacional más importante de las últimas semanas, que combina en forma simultánea lo político, económico y social, es el denominado Brexit. Su valor en lo económico se debe a sus repercusiones inmediatas sobre los mercados de dinero y de valores, y por las expectativas de su efecto en el mercado bancario; así como también en el flujo comercial internacional y la economía real de algunos países.
El impacto no se hizo esperar en el dólar estadounidense, que se apreció frente a otras importantes divisas como el Yen, la Libra Esterlina y el Euro. Para solo citar dos casos, el dólar frente a la libra esterlina ganó terreno en cerca de 14.0% y respecto al euro en 2.0%.
Al dólar fortalecerse se inicia un traslado de las decisiones de invertir hacia esa moneda, razón que la hace más demandable. Ese fenómeno tiene dos implicaciones: sobre el aumento del valor de las importaciones que se realizan desde las economías fuera de USA, encareciéndolas, de ahí su impacto negativo para la balanza comercial del resto del mundo y la salida o retorno de capitales desde el resto del mundo hacia USA.
Con relación a la tasa de interés, se prevén alzas en los sistemas bancarios europeos y asiáticos, especialmente si las inyecciones que ha realizado el Banco de Inglaterra no surten el efecto esperado; por eso la FED ha sido cautelosa y no tomó decisiones a favor de su meta de 2.0%, para no trastornar más el mercado, y la ha dejado entre 0.25 y 0.50%. El tema de la subida de las tasas de interés bancaria en Europa y Asia podría generar inflación, e incluso, tener efectos contaminantes hacia otras economías con fuerte intercambio comercial.
Siempre será provechoso ponderar el costo o posibles oportunidades que pueda tener para una economía, una situación de crisis o incertidumbre en los mercados; examinar el costo, ayuda cuantificar los riesgos y por esa vía, a mitigar su impacto, y estudiar las ventajas, contribuye a fortalecer la posición interna y externa de las finanzas, en particular para aquellas economías importadoras de petróleo, dada la disminución de su precio y también a las exportadoras de algunos de los comodities que se benefician de la subida de sus precios, ambas a consecuencia del Brexit.
Aunque tal vez es prematuro afirmarlo en forma absoluta; pero los primeros indicios apuntan a que en términos de las economías europeas, el Brexit traerá más perdedores que ganadores, y para los países productores de materia prima de origen agrícola, al apreciarse el dólar, encarecerían sus exportaciones, haciendo caer su demanda y aumentando así el número de perdedores.
De hecho, los contratos en el mercado de futuro de comodities de materia prima de origen agrícola, desde agosto hasta diciembre, reflejan disminución de precios, y en el mejor de los casos, no variación de los mismos. Este escenario podría tener un efecto neutro para la economía dominicana.
Para la economía dominicana, dado el nivel de apalancamiento en dólar, al apreciarse esa moneda, uno de los impactos negativos podría ser el aumento del servicio de la deuda externa, valorada en pesos. Este escenario podría sumarnos a la lista de los perdedores.
Como comodities, el oro es de los pocos rubros que ha ganado precio, cercano al 9.0%, incluso, en el mercado de futuro a agosto, el precio convenido se ha situado en US$1,370 la onza, cuando para días antes del referéndum sobre el Brexit estaba en US$1,261. El motivo del alza, es el refugio que le ven los inversionistas a ese metal, para conservar y hasta aumentar el valor de sus activos financieros, efecto similar al que le acontece al dólar y los instrumentos financieros con denominación en esa moneda. Esta situación podría constituirse en una ventaja, para ubicarnos entre los ganadores.
El comportamiento de los precios del oro favorece a los países productores, como la República Dominicana. Para 2014 los ingresos por concepto de exportación de oro ascendieron a US$1,544 millones y en 2015 en US$1,227 millones, esta disminución estuvo asociada a la caída de su precio, que pasó de alrededor de US$1,300 a US$1,200 la onza.
La economía dominicana podría beneficiarse del alza actual del oro, dado que ya supera el precio de 2014; por lo que por concepto de exportación, el ingreso de divisas retornarían a los niveles de 2014.
Otro renglón en el que la economía nacional pudiera beneficiarse, es en el sector turismo, siempre y cuando sepa promover al país como destino. Como el dólar se ha fortalecido, los residentes de USA estarían más propenso a hacer turismo externo, y como los turistas provenientes de ese país hacia dominicana, representan el 41.4% del total a 2015, ese nicho de mercado podría ser potencializado a favor nuestro.
El sector turismo en 2015 creció en 8.7%, y generó ingresos por US$6,117 millones a la República Dominicana.
Con relación a la posición de la inversión internacional, en el lado de los activos, la inversión en cartera en el exterior de dominicana pasó de US$1,010 millones en 2014 a US$1,045 millones en 2015, como el crecimiento de un año a otro no ha sido significativo, y al no existir indicios de subida de la tasa de interés en los próximos meses por parte de la FED, solo el atractivo de la apreciación del dólar podría provocar aumento en ese tipo de inversión.
En el lado contrario, los pasivos, la posibilidad del desapoderamiento de los bonos soberanos por parte de los inversionistas extranjeros no es previsible, dado que la tasa de interés es más alta que la de la FED, al tiempo que supera la mínima requerida por los inversionistas. De ahí la importancia de continuar cumpliendo con el servicio de la deuda externa, a los fines de no afectar la calificación riesgo/país, y que luego esto se constituya en una amenaza.
Una opción para competir en un entorno como el descrito precedentemente sería mejorar las tasas de interés internas, para tratar de retornar las inversiones en cartera, por el lado de los activos; el efecto previsible de tomar una decisión como la indicada, sería el del aumento en el costo del dinero para la inversión real en dominicana.
Sin embargo, dado que la inflación en el primer semestre de 2016 es de 0.17% y el PIB ha crecido por encima de su potencial, al situarse en el 7.0%, habría espacio para si es necesario ajustar la tasa monetaria hacia arriba, produciendo tal vez con ello un efecto colateral de contribuir a reducir presiones potenciales hacia el dólar en el mercado local.
Finalmente, otra oportunidad que se le presenta a la economía dominicana, como consecuencia del Brexit, es la caída en los precios internacionales del petróleo, el cual ha descendido en 6.0%, y para los contratos de futuro, pactado a diciembre de 2015, lo sitúan en US$45.5 el barril.
Aprovechar ese nivel de precios, tiene efecto favorable sobre la balanza de pagos y las finanzas públicas por el lado del gasto; así como también contribuye a reducir la presión sobre la demanda de dólares en el mercado, dado la disminución del valor de la factura petrolera.