Los analistas de Leonel

En distintos medios de comunicación algunos articulistas al tratar el tema de las elecciones del 2016, opinan como si se hubieran puesto de acuerdo, o también como si unificaran puntos de vista, que a Leonel Fernández le convendría esperar el 2020 para recuperarse políticamente respecto al posicionamiento electoral y poder en consecuencia presentarse con éxito en las elecciones presidenciales de ese año.

Ese juicio, que en principio parece generoso, al presentarlo aparentemente con «buenas intenciones»; lo que en realidad procuran esos sesgados hacedores de opinión pública, es allanarle el camino a otros propósitos, lo que equivale a decir a los que aspiran a la presidencia de la República.

Otro común denominador de los articulistas que adversan a Leonel, es que ahora se presentan como preocupados por su imagen, cuando ellos mismos en su oportunidad contribuyeron con sus juicios a lacerar parcialmente la imagen que tienen algunos ciudadanos de la figura del ex-presidente, cuando este salió de su cargo en el 2012.

Una pregunta que públicamente no se han formulado los analistas es, qué dominicano en la historia, sin haber dicho que aspira a la presidencia, ha tenido a 21 meses de celebrarse las próximas elecciones, un posicionamiento electoral como los que indican todas las encuestas, incluyendo la de los partidos de oposición y los grupos empresariales.

Las encuestas que se han publicado, tanto las de firmas de prestigio internacional y que regularmente miden las preferencias del electorado como las que utilizan los partidos de oposición, dan cuenta que en cualquier escenario Leonel Fernández ganaría las elecciones en primera vuelta, o bien a penas le faltan 2 ó 3 puntos porcentuales para alcanzar la mitad más uno de la intención del voto.

El rango en el que hasta ahora se ha movido el nivel de aceptación de Fernández, conforme a las encuestas, es entre 47.0% y 52.0%, sin que a la fecha haya pronunciado su interés de terciar en las elecciones de mayo del 2016, situación que ha llevado a sus tradicionales adversarios a preocuparse, habida cuenta que hasta ahora no han podido alcanzar los objetivos que se habían propuesto desde agosto del 2012.

Como no hay otra forma de medir el posicionamiento de un político de cara a unas elecciones que no sea a través de los datos que revelan los estudios de campo, hay que dar por cierto los números que hasta el momento ofrecen esos estudios; de manera que partiendo de esos resultados, y no de juicios de valores, la imagen política de Leonel se ha ido recuperando mucho más rápido de lo que habían calculado sus oponentes.

Los articulistas y analistas que adversan a Leonel han tratado de posicionar tres argumentos desde que el ex-presidente salió de la presidencia, el primero de ellos fue el déficit fiscal; el segundo que unifica a la oposición; y el tercero el de la recuperación política para el 2020.

Respecto al primero, la población entendió que la política expansiva del gasto público fue una respuesta a la coyuntura económica que vivía el país, por la crisis financiera internacional y por prioridades en la política económica, que favoreció el crecimiento de la economía, antes que la recesión; el segundo, el tiempo se ha encargado de demostrar que los problemas internos que tiene el PRD con su división no lo provoca, ni lo mantiene, ni lo soluciona Leonel, por lo que él no lo unifica; y el tercero, los resultados de las encuestas indican que Fernández no necesita esperar el 2020 para recomponerse frente al electorado, que ya él se recuperó del reflujo político.

En realidad lo que algunos articulistas pretenden con el argumento de la recuperación política es desalentar a Leonel y sus seguidores para las elecciones de mayo del 2016, a fin de inducirlo a conformarse con el premio de consolación en las elecciones del 2020, y con ello abrirle el camino a otros que aspiran; sin importar quién y de dónde sea.