Un caso de intento
Por: Haivanjoe NG Cortiñas
En estos días de nuevo se ha puesto en boga la teoría de la conspiración como uno de los recursos para explicar el por qué los precios del petróleo en los mercados internacionales han estado desplomándose desde la segunda mitad del 2014; y no es para menos, el petróleo vincula a los países productores, incita a naciones al despliegue de acciones militares, otros Estados sus ingresos fiscales dependen casi el 100.0% de las exportaciones del oro negro; en contraposición, la mayoría dependen en términos energéticos en casi un 100.0% de la importación de petróleo.
Al margen de lo cierto o no, de si realmente existe una conspiración con propósitos políticos en las recientes caídas de los precios del petróleo, la teoría invita a dirigir su aplicación a algunos acontecimientos dominicanos; tal es el caso, del ex-presidente de la República, Dr. Leonel Fernández Reyna, contra quien desde antes de salir de su mandato constitucional, se tejieron ideas y planes, en cuanto a la manera de afectarlo políticamente, por parte de algunos sectores; y la forma encontrada ha sido con la teoría de la conspiración.
En la lucha política, ningún actor se escapa a las críticas de sus adversarios, incluso, hasta de algunos de sus correligionarios; sin embargo, lo menos probable es que esas críticas provengan de su propio litoral, en alianza táctica con sus oponentes tradicionales.
En el caso de Leonel Fernández, para quienes lo consideran el principal obstáculo a sus aspiraciones políticas, en particular las del 2016, el objetivo de emprender una política de conspiración parecería tener sentido para sus autores; de ahí la elaboración de planes ocultos, en proceso de ejecución, controlados por actores detrás del telón, con el deliberado propósito de hacerle daño político, sin descartar el intento de inhabilitarlo.
Como es propio en la teoría de la conspiración, el plan concebido es sencillo; pero vinculante. Se partió de algo cierto; pero manipulado, a fin de posteriormente asociarlo con algo inexistente, y en consecuencia sin evidencia. Lo cierto deviene del déficit fiscal del 2012, y luego su vínculo a la imputación de presuntos hechos de corrupción, con la idea de descalificarlo y sacarlo de la competencia política.
Como no pudieron en el 1996, tampoco en el 2004, y menos aún en el 2008, impedir que Leonel ganara las elecciones presidenciales en forma democrática; ahora de cara al 2016, intentan en base a la teoría de la conspiración, impedir que retorne al poder político. Los que conspiran no pueden soslayar la impronta gubernamental de Fernández, en materia de la efectividad de sus políticas públicas, en sus componentes económicos, sociales e institucionales.
El plan puesto en marcha, conforme a la teoría de la conspiración, fue decidido en una reunión en la que alguien, considerándose predestinado, junto a otro que se autocalifica de técnico, en su condición de economista, presentaron la idea de dar a conocer el déficit fiscal del 2012 manipulado, como una acción gubernamental irresponsable y pecaminosa, en un escenario que luciera neutral, no contaminado con la política.
A partir de entonces, se promovió el plan en forma mal intencionada por todos los medios de comunicación, utilizando para ello recursos que van desde el calificado, hasta los medios ligeros. Esta conspiración, como todo crimen no fue perfecta, olvidaron que una política económica se concibe por hechos, circunstancias, y propósitos; y el manejo del financiamiento presupuestario del 2012 formó parte de las herramientas que lo posibilitaron.
Evitar que la economía cayera en recesión, aumentara el desempleo y la pobreza, fueron las razones que sirvieron de justificación para ejecutar una política presupuestaria deficitaria, misma que también se aplicó en decenas de naciones desarrolladas y como la nuestra, en los tiempos de la crisis financiera internacional, a eso se le llama política económica contra cíclica; al no ofrecerse esa explicación se demuestra que hubo mala intención y por eso es conspiración.
Los resultados positivos que se derivaron de la política económica contra cíclica del 2012 están presentes, crecimiento del PIB en 3.9%, tasa de inflación de un dígito, ascendente a 3.91%, reducción del desempleo, al colocarse en 15.1%, disminución de la pobreza al situarse en 41.0%, estabilidad cambiaría y de la tasa de interés bancaria. A este desempeño económico, se le denomina, efectividad de la política económica.
Lo previsto en la teoría de la conspiración contra Leonel Fernández, pronto quedará solo en intento, pues cada vez son más los hacedores de opinión que se dan cuenta de los reales propósitos de todo lo que se le ha acusado y de su trasfondo político involucrado.
Por su parte, la población llana, ajena a ese nivel de discusión, por estar dedicada a su cotidianidad, recuerda con satisfacción la obra de gobierno de Leonel, cada vez que pasa por un túnel, o se traslada en el metro, cuando se dirige hacia el este por la nueva autopista, o al norte, cruzando los distintos elevados hasta llegar a Santiago; o bien los estudiantes universitarios que reciben docencia en sus propias localidades, o los residentes del norte de la capital que pueden acudir al mayor centro de salud pública del país, entre otras muchas más,
Esa impronta gubernamental es la que lleva a los votantes a pensar como aquella canción de la autoría de Federico Méndez Tejeda, «De qué manera te olvido», y que le permitirá a Leonel regresar al gobierno, quedándose la conspiración solo en intento.
Perfecto. Sin mas ni menos.
Excelente.
Un abrazo compañero
Gracias por leerlo
era hora que alguien se atreviera a escribir sobre estos hechos y a llamarle por su nombre «conspiración», oportuno, exacto y magnifico análisis
Gracias por tu comentario
Excelente herramienta para desenmascarar a los farsantes malintencionados.
Con mentiras no frenarán él éxito de la candidatura de Leonel Fernández
Gracias por leerlo
Responsable y oportuno compañero, sin desperdicios, claras y precisas sus aseveraciones.
Gracias yovanny