Probablemente la mayoría de los dominicanos que han visitado los Estados Unidos, particularmente a la ciudad de Nueva York, han dicho o escuchado la expresión “Nueva York no duerme”. Esta expresión comenzó a hacerse popular, a partir de 1912 cuando en esa ciudad se instaló la mayor planta de gas del mundo para abastecerla de electricidad.
Sin embargo, los dominicanos y probablemente muchos otros extranjeros que han visitado la ciudad de Nueva York no asocian la indicada expresión con la instalación de la planta de gas; sino más bien la relacionan al movimiento que se observa día y noche en las calles de esa ciudad; por lo que esa dinámica la hace vincular con la percepción de que en ese lugar se trabaja mucho.
Ciertamente se trabaja en forma intensa como también ocurre en otras ciudades industrializadas del mundo. Esta afirmación sugiere que la dinámica, fortaleza y crecimiento económico de un país está vinculada con el trabajo que se realiza en un día, esto al margen del análisis de la productividad que también puede hacerse.
Haciendo abstracción del uso de la tecnología, tanto por el empleo de modernos equipos y herramientas; así como también por la eficiencia de los procesos y capacitación de los recursos humanos, el límite superior para aumentar la producción está dado por el tiempo disponible; de ahí la importancia de la maximización de su uso.
Normalmente el valor del tamaño de la economía de un país se calcula en forma anual y como ese tiempo tiene 365 días, eso hace suponer también que podemos medir el valor económico de cada día del año; así como el valor de la hora laborable, reglamentada internacionalmente en ocho horas.
En la República Dominicana el valor nominal de su economía medida en millones para el 2013 fue de RD$2,505,601.6, en base a ese dato y asumiendo tres posibles escenarios podríamos determinar el valor económico de un día y una hora de trabajo en el país.
Partiendo del supuesto que el país trabaje los 365 días del año (primer escenario), el valor económico de un día sería de RD$6,864.6 millones; pero como el país no trabaja los siete días de la semana, y como los domingos no son laborables, la cantidad de días trabajadas serían de 313 (segundo escenario), para lo cual el valor aumentaría a RD$8,005.1 millones; si el ejercicio lo hiciéramos más preciso, considerando que el sábado solo se trabaja hasta el mediodía, el número de días trabajado disminuiría a 287 (tercer escenario) y su valor ascendería a RD$8,730.3 millones.
Si al cálculo del valor económico del día le incorporamos el descuento de los días feriados por razones de fechas patrias o religiosas, al año en República Dominicana habría que restarle 11 días. En el supuesto que se trabajaran todos los días del año, con la excepción de los 11 días indicados, el valor sería de RD$7,077.9 millones, para el primer escenario, de RD$8,296.7 millones para el segundo, y para el tercero de RD$9,078.3 millones.
El ejercicio anterior estaría mostrando que el valor económico de un día en la República Dominicana sería de RD$9,078.3 millones, del cual se puede inferir también que el valor económico de una hora laborable es de RD$1,134 millones, asumiendo el tamaño de la economía del 2013.
Los cálculos presentados podrían ser indicativos para los promotores de huelgas injustificadas y de días feriados en el país, del costo económico que representa no trabajar un día o una hora en la República Dominicana, y consecuentemente el impacto que tendría sobre el tamaño y crecimiento de su economía en el año y también sobre el ingreso per cápita y la pobreza.
Ningún país en el mundo se ha desarrollado sin que previo medie el crecimiento económico sostenido en el tiempo, y para lograrlo se requiere de políticas públicas y privadas de desarrollo, de suficiente fuerza de voluntad de todas las organizaciones políticas, civiles y religiosas, y de alguna forma, la misma debe considerar como punto importante la valoración monetaria del día como unidad de tiempo.
La moraleja que se podría extraer de la valoración económica de un día en la República Dominicana es que en el propósito de aumentar los niveles de riquezas de la nación en forma sostenida y cimentar su desarrollo, más vale el trabajo que el ocio innecesario.
Por Haivanjoe NG Cortiñas y publicado anteriormente en el periódico Listín Diario.
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