En economía como en muchas otras ciencias y ramas del saber, comúnmente se utiliza la comparación como un ejercicio que procura presentar las similitudes y diferencias entre una variable o conjunto de variables, con el fin de establecer avances, retrocesos, o estancamientos en los hechos económicos ocurridos en una fecha determinada.
Como método de análisis, el ejercicio comparativo resulta ilustrativo, pedagógico, comprensible, conveniente, necesario, convincente, entre otros atributos que ayudan a entender la problemática económica estudiada, al tiempo que podría procurar soluciones viables.
De manera que la economía comparada es un esfuerzo conveniente y necesario por parte del analista.
¿Dónde radica el problema del evaluador al realizar su estudio de economía comparada?. Cuando al aplicar el método que procura examinar las variables involucradas, solo le presta atención al resultado del desempeño económico, pasando por alto, por desconocimiento o en forma deliberada, las razones o causas que provocan los resultados objeto de ponderación.
Veamos algunos ejemplos que ayudan a comprender lo afirmado. Al comparar la tasa de inflación de un país con otro, el evaluador tiende solo a presentar la magnitud de ambas tasa de inflación, para luego afirmar, “la del país A fue mayor que la del B”; sin antes explicar que tal vez en el primero hubo una reforma tributaria que presionó los precios hacia el alza, y en el otro no se produjo ningún evento extraordinario.
Al ocurrir un evento como el de una reforma tributaria es previsible que la inflación aumente, situación que no es igual cuando la inflación se incrementa por el mal manejo de una política económica, en un escenario de eventos ordinarios.
Un segundo ejemplo de algunas inexactitudes en el ejercicio de la aplicación de la economía comparada, se produce cuando se mide la presión tributaria de dos países y se llega a afirmar que “el país A posee una carga tributaria mayor que la del B”, sin tomar en consideración la composición de los sectores formales e informales dentro del Producto Interno Bruto (PIB), respecto si en ambas economías son similares.
Cuando un país tiene un sector informal mayor que en otro, resulta lógico que sus niveles de recaudo de impuestos sean menor que el de mayor sector formal, razón que sustenta el juicio que comparar la presión tributaria sin considerar ese aspecto, el ejercicio resulta impreciso; por lo que lo correcto sería comparar ese indicador entre países con igual composición de sus sectores formales e informales de la economía.
De igual manera resulta comparar la presión que ejerce la deuda pública como porcentaje del PIB sobre el presupuesto de la nación, pues al hacerlo sin antes precisar el tamaño de los sectores formal e informal, distorsiona la comparación, al no tener el país la misma capacidad de financiamiento vía recaudación impositiva, por aquello de que la informalidad no tributa.
Otro ejemplo que sustenta el argumento central del presente artículo, respecto a cuidar la economía comparativa, solo haciéndola en casos similares, o bien realizando las puntualizaciones aclaratorias correspondientes, es el de destinar un determinado porcentaje del PIB dentro del presupuesto nacional porque en otros países así lo han hecho.
Siempre y cuando el país que ha destinado determinado porcentaje del PIB a un sector de los que están consignados en el presupuesto, presente una composición semejante a la del otro, entonces podría ser válida la aspiración; de lo contrario la disposición provocaría complicaciones en la ejecución del presupuesto, sacrificando áreas que también requieren de igual o mayor atención.
La moraleja, hacer economía comparada, supone aplicar un método que cuide que las variables seleccionadas, así como los países, se realicen con el rigor que implica examinar similitudes, para no caer en comparar lo incomparable, y concluir erróneamente con la afirmación de que “un país mostró un mejor o peor desempeño que otro”.
Mi dilecto amigo, un estraordinario análisis sobre la economía comparada. Felicidades.
Estimado profesor,creo en lo absoluto que las variables que usted`presenta de forma tan precisa y objetiva son directamente proporcionales al modelo de la economía del país comparado,y lo digo porque en lo particular el mercado dominicano cuenta con un mercado informal mayor de un 70%,lo que nos indica que el clientelismo opera y a su vez contamina muchas de las muestras de los segmentos a trabajar.
Correcto
Haivanjoe publicado recientemente…EconomÃa comparada
Muchas gracias
Haivanjoe publicado recientemente…EconomÃa comparada