Doce preguntas para entender el pacto fiscal

En diferentes sectores de la sociedad y desde hace tiempo se viene hablando de la necesidad de un pacto fiscal en el país.  Diversas razones se han argumentado para justificarlo; sin embargo, lo cierto es, que a partir de haber finalizado las elecciones, es cuando el tema ha comenzado a tomar forma, entre otras razones, porque el gobierno dijo que había llegado el momento para impulsar un pacto fiscal.

Ahora que en los distintos medios de comunicación se habla y escribe acerca del pacto fiscal, y partiendo de que probablemente no todas las personas entiendan de lo que se trata, al considerar que hablar del referido pacto, es sinónimo de una reforma fiscal, cuando realmente no lo es; oportuno es responder, al menos doce preguntas, en el ánimo de aportar a un mejor entendimiento del tema.

1.- Qué es un pacto fiscal

Es el acuerdo de naturaleza política, legal, social y económica, en que se fundamenta la política fiscal del Estado, con el fin de contribuir al crecimiento económico con estabilidad, sostenibilidad, transparencia, y mayor equidad.

En la definición, queda implícito que es un acuerdo entre las partes que participan en la discusión y aprobación, y en la que se asume el compromiso de hacerlo cumplir; por eso el pacto fiscal es una obra colectiva.

2.-Es lo mismo una reforma y un pacto fiscal

En el país la instancia del Estado que aprueba las leyes es el Congreso de la República, a partir de la iniciativa del poder ejecutivo o de algunos de los integrantes del poder legislativo; bajo esa prerrogativa, una reforma fiscal en su condición que es un dispositivo legal, con categoría de ley, es atributivo del referido poder y como en la democracia representativa este actúa por delegación, que se la da el  pueblo al momento de elegirlo, razón por la que tiene capacidad y autoridad para hacer las leyes, sin que necesariamente tenga que consultar; aunque para ganar mayor legitimidad, resulta conveniente la participación de la sociedad.

Una reforma fiscal, aborda los cambios legales y cuantitativos en materia de las finanzas públicas, en sus componentes del gasto y los ingresos.

La diferencia entre el pacto y la reforma fiscal se encuentra en que, la primera implica acuerdo sobre el gasto, los ingresos, así como reglas y fiscalización, en la que se asume el compromiso de cumplirlo por las partes, esto en adición del mandato legal que tiene poder coercitivo, al tiempo que asume la transparencia y la calidad; mientras que la segunda, es de cumplimiento obligatorio, no necesariamente es el resultado del consenso, y se limita a cambios en las leyes que soportan los ingresos y el destino de los gastos.

3.-Tiene base legal un pacto fiscal

Como punto de partida, una de las grandes ventajas que tiene el pacto fiscal en dominicana, es que en la Ley No. 1-12, sobre Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, en su tercer eje, consignó como una condición para propiciar la continuación del crecimiento económico, que este se haga dentro de un marco de sostenibilidad fiscal; por eso en el capítulo X, referentes a los Pactos Nacionales, el Art. 36 se refiere al que compete al ámbito fiscal.

4.-Por qué un pacto fiscal

Porque existe la necesidad de que las distintas fuerzas políticas, económicas y sociales, alcancen un acuerdo que permita atacar los desbalances presupuestarios permanentes en forma integral, ocasionados por insuficiencia de ingresos y mayor y mejor racionalidad del gasto, que impiden atender un conjunto de demandas sociales y económicas de importantes grupos de la sociedad dominicana.

5.-Para qué un pacto fiscal

Para impulsar y alcanzar cambios fiscales en forma integral, tanto por el lado de los ingresos tributarios, a fin de aumentarlos, en la dimensión de una estructura progresiva, una política anti evasiva, penalizadora, transparente, y que adquiera la categoría de bien común y público, al concebir el tributo, desde la obligación, como un recurso público; de igual forma los gastos ejecutados con transparencia, calidad, y prioridad; ambos en el marco de la rendición de cuentas periódicas. Con esos enfoques, el país tendría una uniformidad de criterios para afrontar los desafíos que como gobierno y sector privado tiene la economía dominicana.

6.- Es difícil un pacto fiscal

En un espacio donde las partes deben aportar, la naturaleza de las discusiones se torna compleja, por aquello de los intereses envueltos y además por la definición del punto de partida, en cuanto a cuál debe ser abordado primero para realizar los cambios, si los gastos o los ingresos; de manera que armonizar esos aspectos, resulta una obra que combina aspectos técnicos y arte.

Asistir a la mesa del diálogo, debe implicar olvidar el pasado y de las posiciones críticas en cuanto a identificar responsables; la aptitud debe ser proactiva, y para apostar al éxito del pacto fiscal, establecer reglas de oro por los lados de los gastos e ingresos, en el primero, donde el gasto siempre se supedite a los ingresos permanentes del fisco, y el segundo, sea  concebido desde el origen como un recurso público, donde en ambos, se establezcan penalidades, cuando de desvío se trate.

7.-Quiénes se benefician del pacto fiscal

De los resultados en la implementación del pacto fiscal nos beneficiamos  todos, gana la población en general, los empresarios y el gobierno. Al propiciarse un manejo más prudencial y con tendencia hacia el equilibrio de las finanzas públicas, al tiempo de aplicarse una política fiscal sostenible por el lado del gasto, situación que favorece el crecimiento económico con estabilidad de precios, sin quitarle espacio al sector privado, el que a su vez se puede manejar en un entorno macroprudencial saludable, y por su lado, la población se beneficiaría de un gasto público de más calidad y prioritario.

Con un manejo más equilibrado de las finanzas públicas, la economía potencializa su crecimiento, el que contribuye a reducir el desempleo, la pobreza, y ampliar el mercado.

8.-Quiénes se perjudican del Pacto fiscal

Solo en principio habría un impacto sobre los costos de las empresas amparadas en beneficios fiscales, los que luego se revierten en ventajas indirectas, como el aumento de la demanda, vía incremento del empleo, disminución de la pobreza y mayor poder adquisitivo de los asalariados.

De igual manera, aquellos generadores de ingresos que cobijan parcialmente sus niveles de rentabilidad a través de la evasión impositiva, mismos que también luego se beneficiarían, al competir en condiciones de equidad, o en la opción de trasladar sus capitales hacia sectores de la economía con mayores niveles de rentabilidad.

También, al desmontar los subsidios a la tarifa eléctrica, tendría un efecto en el precio final, perjudicando a los consumidores en forma directa, a no ser que con los cambios en la matriz de generación de electricidad, los costos puedan reducirse, no dando razones para ajustes de precios.

9.-De quiénes depende el pacto fiscal

El pacto fiscal depende de la voluntad de cada uno de los actores que intervienen en la realización del referido tipo de acuerdo, la que a su vez está asociada a su capacidad de aporte: Los medios de comunicación, empresarios, partidos políticos, gremios de profesionales, sociedad civil, agrupaciones de trabajadores, y el gobierno.

10.-Qué debe discutirse en un pacto fiscal

Por el lado del gasto, la calidad del gasto público, la composición económica, el tope, las reglas del financiamiento presupuestario, la ley de recapitalización del Banco Central, y los subsidios; del lado de los ingresos, la evasión, las exenciones, la elusión fiscal, y en ambos componentes, la transparencia y la penalización al incumplimiento.

11.-Cómo considerar el pacto fiscal

El pacto fiscal es una obra colectiva, derivándose que es un bien común y público, en las acepciones de que por los resultados alcanzados en una concertación fiscal, el gasto público sostenible será de más calidad y oportunidad, y los ingresos corrientes más elevados para atenderlo; de esa manera, la población en general se beneficiaría sin distinción de ningún tipo, por eso un bien común, y por otro lado, sería un bien público, porque como el patrimonio público es un bien del Estado, este podrá ofrecérselo a todos los ciudadanos, en calidad de usufructo.

12.-…y después del pacto fiscal qué?

Por las experiencias de otros países, apriorísticamente en dominicano, los resultados del pacto fiscal, generarían un ambiente económico con mayores niveles de certidumbre, al manejar el gobierno las finanzas con más calidad y mayor apego a estándares internacionales de cumplimiento, situaciones que favorecen a los agentes económicos y público en general, en las direcciones de propiciar un desarrollo económico sostenible y un país más competitivo, al eliminarse las distorsiones en las estructuras impositivas y del gasto público.