Del cisne negro al flamenco rosado

Para el 2007, Nassim Nicholas Taled, autor de la obra el cisne negro, desarrolló su teoría acerca del impacto de los eventos altamente improbables, pero de gran magnitud, constituyendo de esa manera un acontecimiento no observable o poco predecible, en un factor sorpresa.

Más reciente, Frank Hoffman, ha acuñado la expresión del flamenco rosado, para indicar que importantes situaciones en desarrollo, al ser una posibilidad real de producirse, son previsibles; pero aun siéndolo, son ignorados, especialmente por los políticos.

En el país, las experiencias más recientes en términos político/electoral, en la que se pueden aplicar tanto la teoría del cisne negro, como el término del flamenco rosado, corresponde a las elecciones de 2012, para la primera, cuando compitieron los señores Hipólito Mejía y Danilo Medina, y para la segunda, la actual coyuntura electoral de 2016, que involucra a varios actores en la ruta por la presidencia de la República.

Para el 2012, el candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) encabezaba todas las encuestas hasta casi finales de 2011, al alcanzar un posicionamiento que lo situaba cerca al 58.0%. Para el candidato Mejía, sus principales colaboradores y una buena parte de la población política y no política, lo único que faltaba era el día de las votaciones para que fuera proclamado presidente electo y así oficializar su triunfo electoral.

Como resultado de un trabajo arduo de todo el PLD, sin excepciones, y sus aliados, se logró producir lo inesperado, lo menos probable, que el candidato del PRD perdiera las elecciones, al obtener 46.95% de la votación, contra 51.21% del candidato Medina.

Fue tan fuerte el impacto de lo improbable, vale decir el cisne negro, que hasta la fecha que escribo este artículo, 9 de noviembre de 2015, el Sr. Mejia aún no ha reconocido el triunfo del Presidente Medina; ello pese a que la realidad material, la que está por encima de la creencia, da cuenta que la historia registra como el presidente constitucional número 70 de todos los dominicanos al Sr. Danilo Medina, y no a otro.

En cuanto a la aplicación del flamenco rosado de Hoffman, la coyuntura política electoral de 2016, permite abordarla desde esa perspectiva, dado que varios de los actores institucionales y políticos de la oposición, como los partidos y sus candidatos a la presidencia de la República, por su tozudez de querer ser cabeza de ratón y no cola de león, ignoran eventos reales altamente previsibles y amenazantes para ellos.

La actual realidad electoral dominicana, señala conforme a las encuestas, una cómoda ventaja del candidato presidente, Danilo Medina, para ganar sin tropiezos los comicios del próximo año y en forma simultánea, la derrota electoral de la oposición;
ahí el flamenco rosado, en la parte relativa a un evento en curso y amenazante para la oposición y al mismo tiempo ignorado.

Tal vez la mayoría y la minoría de la oposición apuesta para las elecciones venideras al impacto de lo improbable del cisne negro de Taled; pero olvidan que ese fenómeno no se repite con facilidad y mucho menos en tan poco tiempo.

El recorrido entre los dos años electorales de 2012 y 2016, el primero explicado por el cisne negro y el segundo, por el flamenco rosado, parecería marcar la ruta del triunfo del PLD con sus aliados, sobre un evento potencialmente real como la derrota de toda la oposición disgregada por la obstinación de sus actores.

La cómoda ventaja del Sr. Hipólito Mejía en las elecciones de 2012 no le permitieron ver a lo menos probable, su derrota; ahora el desarrollo de las acciones que están conduciendo al evento de 2016, con una oposición que no es capaz de retratar esa realidad, conducirá al flamenco rosado, dado el triunfo del Sr. Danilo Medina como presidente reelecto de la República Dominicana y el revés electoral para la oposición.