En los últimos años de nuevo la denominada curva de Laffer ha estado poniéndose de moda, su nombre tiene su origen en una cena que compartían varios economistas en diciembre de 1974, en el Restaurante Two Continents, en la que uno de ellos graficó sobre una servilleta lo que consideraba en materia impositiva, que habían dos escenarios, cuanto los impuestos son igual a 0.0% o cuando son igual a 100.0%, la recaudación tributaria se hace cero, generando una U invertida en la imagen gráfica, ese economista tiene por nombre Arthur Laffer.
La historia breve viene a colación por la decisión de la nueva Administración Norteamericana que encabeza Donald Trump, en la que se acaba de anunciar una reducción y simplificación importante en los distintos impuestos y que procura un aumento del PIB de los Estados Unidos, al tiempo que produzca mayores ingresos tributarios, como una forma no solo de recordar al Presidente Ronald Reagan, responsable de hacer realidad por vez primera la Curva de Laffer, al lograr que los ingresos fiscales por concepto de impuestos se duplicaran; sino además una acción de cumplimiento de campaña.
Mientras eso acontece, en República Dominicana se dilata un pacto fiscal que no solo es necesario; sino también conveniente y de mandato de Ley. La evidencia que sustenta la afirmación da cuenta que al menos en los últimos 15 años la presión tributaria se ha movido en el rango de 12.0% a 16.0%, la más reciente, diciembre de 2016 cerró en 13.7%.
El movimiento zigzagueante de la presión tributaria es indicativo de que podría ser explicado por varias razones causales, que el PIB crezca más que la recaudación, que la evasión haya aumentado, que el sector informal de la economía crece más que el formal, que la administración tributaria es ineficiente, que el régimen sancionador impositivo es laxo, entre otras.
En la estructura tributaria nacional existen no menos de 45 tipos de impuestos y alrededor de 15 dispositivos legales que amparan las exenciones fiscales, solo esos dos datos sugieren lo complejo de la administración tributaria, que la hace ineficiente a partir de la alta evasión impositiva existente en el país, como caso y en cifras conservadoras se sitúa al ITBIS en 29.0%, de agregársele el tema de la elusión fiscal el escenario tiende a dificultar aún más el tema fiscal de origen tributario.
Desde la perspectiva ciudadana entonces vienen los cuestionamientos y descontentos en cuanto a la carga impositiva que tiene que asumir. Un ejemplo que retrata en parte ese disgusto es el cobro y pago del 10.0% por servicios en los restaurantes, donde PROCONSUMIDOR se pone de un lado y el Tribunal Superior Administrativo se pone de otro.
A partir de la discusión acerca de la presión tributaria, en la que muchos la consideran baja, mientras otros la señalan alta, desde la visión del ciudadano cómo puede tipificarse?
El pago impositivo percápita en la República Dominicana en 2004 era de RD$13,173 al año, equivalente a RD$1,097 al mes y al día RD$37.0; al transcurrir 12 años, al 2016 el pago se ha elevado a RD$44,828 al año, RD$3,736 mensual y RD$126.0 diario, esto indica un 240.0% de crecimiento en el lapso de tiempo considerado.
Al relacionar el esfuerzo impositivo realizado por los ciudadanos con los dos extremos del actual salario mínimo, RD$7,843 y RD$12,873, la presión tributaria percápita es de 47.6% para el primer nivel y de 29.0% para el segundo, en promedio la presión se sitúa en 18.0%; de incorporarle otras contribuciones como las municipales, este indicador sería más elevado, y aún más si se añaden los costos asociados a servicios y bienes que complementariamente los ciudadanos tienen que incurrir, tales como el del agua potable y la energía eléctrica.
La magnitud del indicador de la presión tributaria percápita para las personas asalariadas, especialmente las del rango mínimo, podría ser tipificada como alta, situación que se agrava ante el hecho cierto que esos salarios no alcanzan a cubrir el costo de la canasta básica familiar promedio nacional que se sitúa en RD$29,014 al mes.
Definitivamente, si el presidente Meidna lee este articulo, emite una ley con el ajuste salarial de manera inmediata.
Bueeeno