¿Incide el Black Friday en la economía dominicana de noviembre?

Como la más nueva expresión de transculturación de origen comercial en la República Dominicana, cada vez es mayor el consumo masivo que se produce en el denominado viernes negro, tanto así, que hasta ofertas especiales por parte del sector comercial se anuncia por doquier para toda una semana pre Black Friday, a fin de recibir el dinero proveniente del doble sueldo en forma anticipada o de un tarjetazo con pago diferido de parte del tarjetahabiente, ante la ausencia de liquidez al momento de llegar el día de la referida celebración.

   Por su lado, los ciudadanos con capacidad de tener dinero ahorrado, deciden posponer compras a la espera de precios especiales o simplemente se montan en la moda de comprar, inducido porque otros compran, yéndose a los locales comerciales o colocándose frente a su ordenador para realizar compras electrónicas, adquiriendo artículos del hogar y prendas de vestir, a fin de satisfacer necesidades insatisfechas, caprichos, que a veces solo procuran efectos demostración o ingreso psicológico, como parte de la tendencia a la consumo que se produce para la ocasión del Black Friday.

   Todo esto acontece en un medio en que en el país no hemos sido capaces de crear una celebración que promueva el consumo basado en hechos nacionales, aunque sea encubierto con algún evento trascendente. Al sector empresarial no se le ha ocurrido propiciar un estudio de carácter antropológico, sociológico, histórico que procure identificar una gesta, acontecimiento, evento, que pueda ser utilizado con el doble propósito de conmemorar y fomentar la actividad comercial para beneficio de todos.  Como, por ejemplo, un día sin ITBIS o un día de descuento con ganancia compartida para consumidores y empresarios, en ocasión a la Independencia, el día del nacimiento de Juan Pablo Duarte o el de la Restauración.

     Aunque tardó tiempo en llegar la tradición comercial del Black Friday a la República Dominicana, a pesar que desde la década del 1950 y con más fuerza en el 1966 se celebra en los Estados Unidos, pero con mucho mayor ímpetu a partir del 1975 en aquel país, en el nuestro ya es una realidad su celebración, desde que, en el 2011 los comerciantes comenzaron a promoverlo, constituyéndose hoy en uno de los días más esperados del año por los comerciantes y consumidores.

   El Black Friday dominicano acontece con pandemia y sin ella y la economía muestra un desempeño que no permite apreciar un patrón de comportamiento para esa ocasión, aseveración que tal vez se deba a que los datos que se requieren para su examen mas puntual no son publicados con el detalle necesario, por día, por tipo de negocios, localidad, por compras en efectivo o por los instrumentos de pago, como, las tarjetas de crédito y débito, cheques, transferencia bancaria o comercio electrónico.

   De todas maneras, como una forma de acercarnos a tener una idea del comportamiento de variables clave de la economía en el mes que se celebra el viernes negro, correspondiente al último viernes de noviembre, se muestra en el cuadro el desempeño de seis variables durante los últimos seis años que han transcurrido antes, durante y después de la pandemia por COVID-19 en el país.  

Variables económicas seleccionadas, en %

AñoM1Medios de pagoTasa de cambioIMAEInflaciónDemanda
20161.373.50.267.30.131.0
20174.0-0.7-0.377.30.765.90
20181.20.360.226.8-0.353.3
20192.8-11.60.215.50.371.6
2020-0.040.44-0.34-3.40.601.4
20213.120.10.3413.11.087.7

   En economía, la principal base de la demanda es la necesidad, luego la liquidez y las expectativas a recibir ingresos monetarios en el corto plazo por parte de los consumidores, de ahí que, el M1 -variable monetaria-, compuesta por los billetes y monedas en manos del público y los depósitos transferibles, muestran un comportamiento irregular en la economía dominicana, al menos en los últimos seis años, resultando en un indicativo de que no presenta un patrón conductual con posibilidades de ser predictivo.

   La liquidez monetaria en poder de los tenedores del dinero, medida por el M1 para noviembre de cada año -mes de la celebración del Black Friday-, tiene altas y bajas, tanto en tiempo de normalidad, como durante la pandemia y luego en la reapertura de la economía, lo que puede ser una expresión de que la referida variable no es movida por el viernes negro.

   Lo propio les acontece a los medios de pago liquidados en noviembre de cada año -mes del viernes negro-, tales como cheques, tarjeta de débito y de crédito. Su comportamiento resulta completamente irregular, observándose crecimiento y decrecimiento sin importar si la economía muestra expansión, contracción o moderado aumento, al menos durante los años de la serie que va de 2016 al 2021.

   Con similar desempeño se muestra el tipo de cambio del peso con relación al dólar estadounidense, produciéndose apreciación y depreciación durante el mes de noviembre de los años seleccionados, indicativo de que, la dinámica comercial no influye como patrón de comportamiento de la cotización de la divisa en el mercado cambiario dominicano. La evidencia mostrada permite también adelantar que el denominado Black Friday no incide en la tasa de cambio, como patrón que permita predecir el precio del dólar de USA.

   Por su lado, el Indicador Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de noviembre de cada año, con la excepción de 2020, en la que la dinámica comercial y productiva fue interrumpida para colaborar a combatir el COVID-19, muestra un crecimiento sostenido, superior al potencial estimado de la economía que es de un 5.0 %, evidencia de que al menos permite no descartar el efecto neutro que pueda tener el viernes negro.  

   En lo relativo al comportamiento de los precios al consumidor de la economía dominicana, su desempeño es de tipo zigzagueante, demostrativo de que la actividad del Black Friday no le impregna ningún tipo de incidencia para mover a los precios en una dirección o en otra. La tasa de inflación interanual de noviembre en la serie histórica de los años 2016 al 2021, presenta alzas, disminuciones o perdida de intensidad en el movimiento de los precios al consumidor, denotando la ausencia de un patrón. 

   En cuanto a la demanda en la economía dominicana, el registro de noviembre de cada año indica un movimiento irregular de aumentos y bajas, aunque siempre positivo, mostrando que no permite tampoco afirmar que el Black Friday hace inclinar siempre al alza la demanda en el mercado nacional.

   El lector ha podido apreciar que las seis variables seleccionadas para los seis años indicados, no muestran una asociación directa y consistente entre la celebración del Black Friday y la economía dominicana en noviembre. Esta opinión no descarta la posibilidad que, de realizarse un análisis más puntual, referente al comportamiento de las referidas variables y otras, registradas para un menor tiempo, como la semana o en el mismo día del viernes negro, pueda que resulte otro tipo de hallazgo, que no necesariamente sea coincidente con el encontrado en la presente opinión.

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