Existe un afán en todo el gobierno para que la inflación sea un tema del pasado, incluyendo al Banco Central, que es el organismo oficial autónomo que debe velar por el tema. No es para menos, el atareo obedece a dos razones fundamentales, la primera, el gobierno cumple en los próximos días 3 años y la segunda, el presidente de la República está en el deber de definir si anuncia su repostulación, razón que obliga a sus colaboradores a tratar de crear un ambiente favorable para que decida en la dirección de tratar de continuar gobernando más allá del 2024.
Narrativa de la inflación interanual
Desde hace unos meses el Banco Central viene afirmando que la economía está retornando al rango meta, luego que ya se ubica en la meta y más recientemente que se encuentra por debajo del nivel que establece el programa monetario de 2023. La narrativa construida está basada en la comparación de la inflación tipo interanual y la utiliza a tal punto que celebran el chiste antes de contarlo, presagiando deseos intemporales, desluciendo la naturaleza y carácter de los bancos centrales.
Para ser más preciso, en las dos últimas notas informativas del Banco Central se afirma, que, “la inflación interanual del mes de junio fue de 4.0 %, ubicándose en el centro del rango meta” y más adelante indica que: “La variación del índice de Precios al Consumidor fue 0.22 % en junio de 2023 con respecto al mes de mayo. Con este resultado, la inflación interanual disminuyó a 4.00 %, siendo la tasa más baja verificada desde julio de 2020”.
Luego, en el parte noticioso publicado recientemente, el Banco Central señala que “el índice de precios al consumidor (IPC) registró una variación mensual de 0.45 % en el mes de julio de 2023. Con este resultado, la inflación interanual medida desde julio de 2022 a julio de 2023, se ubicó en 3.95 %, por debajo del punto central del rango meta de 4.0 ± 1.0 % establecido en el programa monetario, siendo la tasa más baja verificada desde julio de 2020.
La inflación interanual viene descendiendo desde hace unos meses y eso no tiene nada de malo, por el contrario, mucho a poco es mejor que sea así a que haya una alta inflación sostenida. Sin embargo, en un ejercicio no apasionado en la construcción de una literatura económica, en este caso del movimiento de los precios, es importante indicar que, en ese tipo de comportamiento de la tasa de inflación, influye en forma determinante el denominado efecto base de la inflación.
En el caso particular del movimiento de los precios medido por el IPC, el comparativo de la inflación de abril/julio de 2023, respecto a iguales meses de 2022, el IPC creció más en los meses referidos del año pasado que el de 2023. Particularmente, en el 2022, el IPC se incrementó de 117.54 a 119.47, para una variación de 1.93, mientras que, en el 2023, el crecimiento del IPC ha sido de solo 0.58, evidenciando que la base de referencia es mayor, produciendo así el efecto base de la inflación en la contrastación.
Entonces, fundamentado en lo explicado, es que las autoridades han construido la narrativa de la inflación interanual, la cual, aunque no es incorrecta, puede conducir a confundir a la población, al decirles que la inflación ha bajado o que los precios están controlados porque está por debajo de la meta.
La referida explicación pueda que caiga en una lectura muy técnica y resulte pesada para la comprensión del público y al final, los consumidores al no sentirse representados en ella, pueden despreciar el dato de la tasa de inflación oficial y llevarlos a afirmar y defender que la inflación es la que ellos pagan en los distintos comercios donde adquieren sus alimentos y demás mercadería de consumo básico.
Entonces, ante la narrativa oficial, puede el lector preguntarse, ¿han bajado los precios de la canasta básica dominicana?
La respuesta inmediata es un NO en mayúscula. Sin entrar en mayores explicaciones, con solo tomar los datos del costo de la canasta básica familiar que construye, calcula y publica el Banco Central todos los meses del año, nos podemos dar cuenta de que los precios no han bajado, que lo que ha acontecido es una merma en la intensidad del crecimiento de los precios de los artículos de primera necesidad del patrón de consumo de la República Dominicana.
Conforme a los datos del costo de la canasta básica familiar promedio nacional del Banco Central, para julio de 2022 era de RD$ 42,269 al mes y la de julio de 2023 de RD$ 43,938, equivalente a una variación de RD$ 1,669 al mes en el último año. De manera que, en forma categórica se puede afirmar que los precios no han bajado, que por el contrario han subido en la economía dominicana.
Narrativa de la inflación intermensual
Si la explicación resulta insuficiente, examinemos a la inflación dominicana a partir de la técnica comparativa intermensual, dentro del análisis temporal de los datos del comportamiento de los precios en los mercados dominicanos.
En la narrativa anterior, la inflación interanual, contrasta datos de un mes de un año frente al mismo mes del año anterior. En cambio, en la de esta parte del análisis, la equiparación se realiza entre un mes y el anterior del mismo año.
De manera particular, la tasa de inflación dominicana en julio de 2023 fue de un 0.45 %, mientras que la de junio del mismo año fue de un 0.22 %. Al compararse ambos datos, se puede decir que los precios en junio crecieron en ese valor y el de julio hizo lo propio; pero en la contraposición, puede asegurarse que el aumento de los precios de julio fue mayor, en un poco más del doble, al crecer en 0.23 puntos porcentuales sobre los de junio de 2023.
El comportamiento de los precios en los dos últimos meses de 2023 de la economía dominicana, es muestra de que en el corto plazo existen causales que presionan hacia el alza a los precios de los productos que consume la población dominicana.
Si la comparativa no resulta convincente, agreguemos un dato más. El costo de la canasta básica nacional era de RD$ 43,741 en junio de 2023 y para julio del mismo año fue de RD$ 43,938, lo que significa un aumento equivalente a RD$ 197.0 en solo un mes. Lo que permite también afirmar que para el séptimo mes de 2023 la comida estuvo más cara que en el sexto mes del año en curso.
Se ha podido leer, tanto en la narrativa de la inflación interanual, como en la intermensual, que los precios de la canasta básica familiar dominicano no han bajado porque la inflación no ha sido negativa, que, por el contrario, continúan su agitado curso, provocando intranquilidad en la población y en muchos casos hasta irritación.
Ahora que el presidente de la República se apresta a anunciar el intento de que lo reelijan, me pregunto, ¿están los consumidores por reelegir a la inflación en el 2024? Los lectores consumidores tienen la respuesta.