El estado de emergencia nacional por la pandemia mundial, implicó el cierre parcial de las actividades económicas no esenciales y provocó respuestas de política económica, enfocadas en tratar de mitigar el impacto de la paralización, implementando políticas fiscal y monetaria de carácter expansivas.
La Junta Monetaria en varias de sus resoluciones tomadas en 2020, autorizó la reducción de la tasa de política monetaria y del encaje legal, así como, poner a disposición de las entidades bancarias recursos para favorecer la liquidez, por un monto que ascendió a RD$ 190 mil millones, equivalente al 4.0 % del PIB, como forma de atender la demanda de crédito de los sectores productivos y hogares dominicanos.
El aumento de la liquidez en la economía en 2020, contribuyó a que el aumento de la demanda de dinero encontrara correspondencia, evitando de esa manera una deflación y permitiendo solo 4 meses de inflación negativa, los correspondientes a los meses de febrero a mayo.
La literatura económica es robusta en el tratamiento del tema relacionado al papel favorable del crédito bancario sobre el crecimiento de la economía y al hecho de que, el sistema financiero es el vehículo obligado para muchos de los instrumentos de la política monetaria.
La crisis sanitaria de 2020 ha provocado una recesión económica, en la que el epicentro ha estado por el lado de la oferta de la economía real y la causa por el lado sanitario, a diferencia de otras crisis económicas, que su origen se ha ubicado en el ámbito financiero, y la actual, está aconteciendo en un entorno estable del sistema financiero.
La salud del sistema financiero durante el 2020, aunque menor que en los años de normalidad, refleja robustos indicadores y estabilidad. Un índice de morosidad general de un 1.94 %, el de la morosidad estresada en un 6.7 %, las provisiones con una cobertura de 204.0 %, los activos crecieron en un 19.2 % nominal, la solvencia se ubicó en un 21.1 % y la rentabilidad, medida por los índices del capital y los activos -ROE y ROA-, registraron un 15.6 % y un 1.8 %, respectivamente.
Al abordar el tema de la influencia del crédito bancario con inyección monetaria adicional, consideramos dos argumentos. El primero, estudia si la canalización del crédito otorgada durante el 2020 ayudó a mitigar el impacto negativo sobre la economía y la segunda, si la referida canalización surtió efectos positivos sobre el comportamiento sectorial del PIB.
La reducción de la tasa monetaria del Banco Central de un 4.5 % a un 3.0 %, provocó una reducción en la tasa de interés activa de la banca de un 3.24 % y lo hizo en un mes, indicativo de que el canal de transmisión fue eficaz para favorecer el crédito bancario, así como a la recuperación económica.
La canalización desagregada de los RD$ 147,381 millones del Banco Central, vía la banca, fue destinado en orden de importancia en RD$ 69,270 millones para el comercio y las MYPIMES, equivalente a un 47.0 %, seguido por RD$ 23,664 millones a los hogares, para un 16.0 %, en tercer lugar, a la manufactura con RD$ 19,045 millones, representativo de un 13.0 % y en cuarta posición, a la construcción con RD$ 12,566 millones, correspondiente a un 8.5 %.
Durante el periodo 2016 al 2019, el crédito bancario nominal creció en forma acumulada en un 39.2 %, para un promedio anual simple de un 9.8 % y por su parte, el del PIB lo hizo en un 23.6 %, para una media de un 5.9 %; lo que permite inferir que el crédito bancario durante los 4 años previo a la crisis por el COVID-19, por cada punto porcentual que creció, el PIB lo hizo en un 0.60 %.
Para el 2020, el PIB manifestó un desempeño negativo del orden de un 6.7 % y el crédito de la banca se desacelero y creció a solo un 2.5 %, al pasar el monto de RD$ 1,225,218 millones a RD$ 1,255,952 millones. Ambos indicadores mostraron una actividad contractiva respecto a la tendencia de los últimos años.
Partiendo del comportamiento del crédito bancario en 2020 e infiriendo una estimación del impacto al PIB, tomando como base el parámetro, que ubica la incidencia del crédito en un 1.0 % por cada 0.60 % de crecimiento en la economía, el desempeño de la cartera de crédito de un 2.5 % podría indicar que evitó la caída del PIB en un 1.5 % de lo registrado en 2020, que ascendió a un -6.7 %.
De no haberse producido las facilidades de liquidez, el crédito bancario probablemente no hubiera crecido un 2.5 % en 2020, lo que podría significar, que la economía dominicana pudo haberse contraído en una magnitud mayor y situarse en un -8.2 % y no en un -6.7 % como lo hizo. La moraleja seria que la política monetaria no fue óptima, al subestimarse la caída del PIB.
Los préstamos al sector manufacturero, tanto por el lado de la tasa de crecimiento de la cartera, un 14.5 %, como por el volumen de recursos que le llegó de la liquidez monetaria adicional, que ascendió a RD$ 19,045 millones, no parece corresponderse con su desempeño en términos productivos, al decrecer en una magnitud de un -2.2 % en 2020.
Por el lado del sector agropecuario, la disminución en la tasa de crecimiento al parecer no pudo evitarse, pese a que la cartera de préstamo se elevó en un 4.6 % en 2020 y por el monto de los recursos facilitados del ámbito monetario, que ascendió a RD$ 5,8245 millones. El sector agropecuario pasó de tener un crecimiento de un 4.1 % en 2019 a uno de un 2.8 % en 2020, denotando contracción.
En la línea del sector de la construcción, la caída de la cartera de préstamos en una tasa de un -13.8 %, no obstante, al uso de los recursos provenientes de las facilidades monetarias en un monto de RD$ 12,566 millones, podría explicar en parte la fuerte disminución de la actividad de ese sector en la economía, en una magnitud del orden de un -10.7 %.
Respecto al sector turismo, la caída histórica de un -47.5 % en 2020, aconteció pese a que recibieron de los recursos provenientes del Banco Central un monto no especificado de los RD$ 9,619 millones y de la cartera de préstamos haber crecido en un 16.2 %, indicativo del impacto nulo que tuvo el financiamiento.
En cuanto al comercio, la cartera de crédito bancaria se contrajo en un -2.8 % y una parte no especificada de los RD$ 69,270 millones que recibieron los sectores MYPIMES y el comercial de los recursos provenientes de las facilidades monetarias no pudo evitar la caída del sector en una magnitud de un -4.8 % durante el 2020.
Las MYPIMES, que aportan el 38.0 % al PIB, recibieron una parte del monto de las facilidades monetarias, al tiempo que la cartera de crédito durante el 2020 creció en un 25.1 %. Las unidades económicas de las MYPIMES se encuentran diseminadas principalmente en el comercio, la construcción, los servicios y la manufactura y todos manifestaron un desempeño negativo; lo que podría sugerir la poca efectividad del crédito.
Como se ha podido apreciar, el aumento de la liquidez en la economía, no pudo revertir la caída de los sectores productivos y comerciales. En una ponderación optimista, en el mejor de los casos, el aumento del crédito bancario solo pudo restarle intensidad a la disminución negativa que padeció el PIB durante el 2020.