Factores externos e internos que originan inflación actual

Desde el inicio del 2012 en la República Dominicana se estableció la meta de inflación, como parámetro de referencia para anclar la inflación en torno a un porcentaje determinado, el que en la actualidad en su punto medio es de un 4.0 %, el piso de un 3.0 % y el techo de un 5.0 %. Desde entonces, la meta ha sido cumplida, excepto en el 2020 que se situó en un 5.55 %, es decir, 0.55 puntos porcentuales sobre su techo y 1.5 puntos porcentuales sobre su punto medio.

El ascenso de los precios ha continuado durante el 2021, llegando el acumulado de los primeros 5 meses -de enero a mayo-, a un 3.36 % y desde mayo de 2020 al mismo mes en 2021 a un 10.48 %, siendo esta última inflación la que por primera vez supera los dos dígitos y la que duplica el techo máximo establecido en la meta de inflación que es de un 5.0 %.

La narrativa oficial y la de algunos economistas atribuyen el alza de los precios en la República Dominicana a la inflación importada, que se origina, por un lado, en el incremento del precio del barril del petróleo WTI, que desde agosto de 2020 a junio de 2021 se ha incrementado en una magnitud de un 66.0 %, al pasar de US$ 44.0 a US$ 73.0 el precio del barril.

Como segundo lado y complemento a la presión de los precios locales provenientes del exterior, está el aumento del índice de precios en los alimentos de origen agropecuario, como la carne, productos lácteos, cereales, aceite y azúcar, que mide la FAO y que muestra una elevación de un 39.7 % durante mayo de 2021 a mayo de 2020.

PaísInflación %PaísInflación %
Rep. Dominicana10.48Paraguay3.70
Brasil8.06Chile3.60
Uruguay6.80Colombia3.30
México5.89Perú2.45
Guatemala5.07Costa Rica1.30
Honduras4.84Bolivia0.54
Nicaragua3.97

Fuente: Recopilado por el autor en fuente varias de la Internet.

Ciertamente la elevación de los precios a nivel internacional es una variable incidental que ha estado presionando la inflación dominicana; sin embargo, reducir a una sola causal la inflación de un 10.48 % a mayo de 2021 resulta incompleta, habida cuenta que existen factores internos que se suman al incremento de los precios, como es el monetario, la elevación de la demanda, entre otros.

Un buen argumento que respalda el juicio de que la inflación en el país no está ocasionada fundamentalmente por el factor externo, son los resultados de la inflación en los países latinoamericanos que no están dolarizados, como Panamá, Ecuador y El Salvador o que no atraviesan por una situación particular, que son los casos de Argentina con su problema de deuda y Venezuela por las dificultades políticas. El resto de los países que suman 13 presentan una inflación menor que la del país, al situarse en menos de dos dígitos y muy distante del 10.48 % de la inflación dominicana.

Una de las variables internas promotora de una parte de la inflación resulta ser el incremento de la Base Monetaria Restringida (BMR) -que equivale a decir a la liquidez de la economía-, la que a mayo se había expandido, excediendo a lo establecido en el programa monetario del Banco Central de 2021. La BMR estimada para el quinto mes de 2021 se sitúa en RD$ 305,000 millones y su techo a RD$ 315,000 millones; en cambio, el valor real registrado ascendió a RD$ 321,228 millones, para un exceso de RD$ 16,228 millones respecto a la media y de RD$ 6,228 millones con relación a su punto máximo proyectado. Lo precedente es equivalente a 5.3 % sobre el punto medio y de un 1.97 % sobre el límite máximo.

Al 21 de junio de 2021 la BMR se redujo en RD$ 9,141 millones, al situarse en RD$ 312,087 millones, indicativo de que las autoridades podrían estar conscientes de que ese factor ha estado incidiendo en la propagación de la inflación y además un reconocimiento a que se habían distanciado del nivel histórico, que normalmente se sitúa en torno a su punto medio y muchas veces hasta a un nivel inferior. Tal vez por ello, ya se aprecia que algunos voceros competentes del gobierno adelantan una desaceleración de precios para junio de 2021.

Otra variable de origen interno es la del incremento de la demanda, alrededor de un 13.0 % en los primeros cinco meses del 2021, en contraste con la caída de la demanda del 2020 que se situó en torno al 10.0 %. La elevación de la demanda podría estar presionando los precios, especialmente en un entorno productivo en donde la economía muestra señales de que no se ha situado en su nivel óptimo.

Por otro lado, y en complemento, se encuentra la recuperación parcial del empleo formal en el país, el que a marzo de 2020 era de 1,962,593 y a mayo de 2021 se encontraba en 1,803,412, indicativo de que solo falta el 8.0 % para retornar al nivel de empleo de cuando la economía operaba con normalidad. Esto sugiere y explica parte de la recuperación del consumo de los ciudadanos y la dinamización de la demanda.

La variable del riesgo cambiario no ha estado presente en los primeros cinco meses del año en la formación de los precios locales, debido a que en el mercado cambiario spot el peso dominicano se ha apreciado en un 2.02 % al 25 de junio de 2021.

Al considerar el conjunto de factores expuestos, se puede llegar a la conclusión de que una combinación de factores externos e internos explican el aumento de precios que padecen los consumidores finales dominicanos. En términos del costo de la canasta familiar y atendiendo a que ha aumentado la cantidad de productos que la componen, así como también, la cobertura geográfica de la encuesta que se aplica para su medición, en mayo del 2020 era de RD$ 14,298 y al mismo mes en 2021 de RD$ 22,463 para el quintil de menores ingresos, una diferencia de RD$ 8,165; de ahí la inconformidad ciudadana.

En cuanto a que la inflación ha de ser pasajera, esta opinión considera que mientras la economía mundial continúe su proceso de recuperación, prevalecerá la presión sobre los precios en las principales economías del mundo y que la actual política de subsidio a los derivados del petróleo, que asciende a RD$ 4,900 millones y al pan por RD$ 264 millones, podría resultar insostenible para las finanzas públicas; sin embargo, generaría una nueva presión hacia el alza de la inflación, de levantar el subsidio que ha represado la subida de precios internos.

Basado en la limitación de las finanzas públicas y atendiendo al supremo interés de defender a la población más vulnerable del país ante el aumento de la inflación, considero que una ley que congele los precios de los productos de la canasta básica en forma transitoria, mientras la economía se recupere, podría ser la medida de política económica más viable, permitiendo que en forma provisional otros sectores asuman los eventuales aumentos en los costos.

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