Ya sea por la utilización que se le da a la expresión “triple play” en la industria de las telecomunicaciones, cuando se empaquetan servicios de voz, internet y audiovisual, o en el uso más popular en dominicana, cuando proviene del beisbol, en el momento que se producen tres outs en forma continua, a la actual política cambiaria se le debe anotar como éxito, el “triple play” a los resultados alcanzados en tres variables económicas en forma simultánea en lo que va del 2021.
En la República Dominicana, su ley monetaria y financiera número 183-02, establece en los artículos del 28 al 32 la libre convertibilidad de la moneda nacional con otras divisas, las operaciones de mercado abierto en moneda extranjera por parte del Banco Central, así como, el libre juego de la oferta y la demanda para la determinación de la cotización cambiaria, lo que implica la libre flotación; aunque en la práctica, en muchas ocasiones es administrada por la autoridad monetaria, a fin de reducir o evitar volatilidad cambiaria de origen especulativo, a través de inyecciones de dólares al mercado o por reuniones realizadas con los distintos intermediarios.
En ocasión de la ocurrencia de la pandemia a partir de marzo de 2020, la economía dominicana experimentó una fuerte contracción económica del orden de un -6.7 % y en términos cambiarios, registró una depreciación del peso de alrededor de un 10.0 % frente al dólar estadounidense. Paralelamente a la pandemia por Covid-19, en el país en agosto hubo un cambio de gobierno y de partido de gobierno, este aspecto ha sido una variable tomada en consideración, al momento de formular la política cambiaria con énfasis en recuperar parte de la depreciación monetaria del 2020, por aquello de la reputación negativa en el manejo de la política cambiaria de la que muchos recuerdan del pasado con sabor amargo.
El programa macroeconómico que forma parte de la formulación presupuestaria de 2021 previó una depreciación de un 9.20 %, al situar la cotización del dólar estimado al finalizar el año en RD$ 62.30; sin embargo, la reestimación realizada para marzo del corriente año, la coloca en RD$ 59.13, equivalente a una disminución de RD$ 3.17 o de 5.08 %.
Desde la segunda semana de enero del 2021, la cotización del dólar en el mercado cambiario spot se vendía al público a un precio de RD$ 58.41, a partir de entonces ha venido descendiendo, hasta situarse en RD$ 57.00 en la tercera semana de mayo, mostrando una apreciación monetaria de un 2.41 %.
La entrada no esperada de un mayor monto en remesas desde los Estados Unidos, originada porque el gobierno norteamericano comenzó a otorgarle ayuda a los trabajadores legales en su territorio, ha contribuido, junto con la colocación de bonos soberanos en los mercados internacionales de capitales, a que las reservas internacionales netas del país alcancen un nivel récord de US$ 12,245.9 millones a abril de 2021, permitiendo un respaldo a las importaciones equivalente a 7 meses, superior a los 3 meses considerados como el parámetro de referencia en parte de la literatura económica y también a retomar la estabilidad cambiaria.
El éxito cambiario que han alcanzado las autoridades monetarias en la actualidad, se evidencia al producirse un efecto de triple play en términos cambiarios. El primero de los cuales ha sido, lograr reducir la presión en el mercado cambiaria que promovía aumento de la cotización del dólar estadounidense y a recobrar la estabilidad cambiara con consecuencias positivas para otros dos indicadores de la economía dominicana, el de conseguir un producto interno bruto (PIB) en dólares más elevado y el de reducir la presión de la deuda pública en términos relativos.
Con relación al PIB en dólares, el marco macroeconómico había estimado un valor de US$ US$ 78,689 millones para el 2021, basado en una tasa de RD$ 60.23 y un PIB nominal de RD$ 4,902,249 millones, al apreciarse la moneda nacional a mayo en un 2.41 % y además, por el inicio de la recuperación económica que ha permitido un rebote ponderal positivo de un 1.2 PP de marzo a marzo de 2020/2021, el PIB nominal ha sido reestimado a RD$ 4,936,862 millones, equivalente a US$ 83,485 millones, una diferencia de US$ 4,796 millones de aumento.
El hecho de que el PIB en dólares haya sido reestimado hacia el alza, permite que el PIB per cápita en dólares se sitúe en US$ 7,922, en vez de US$ 7,467. Si en la economía el tipo de cambio no se hubiera comportado a la baja y si el PIB nominal en peso no se reestimara hacia el alza, con las reestimaciones indicadas, el PIB per cápita se eleva en US$ 455.0 respecto al estimado inicial en el marco macroeconómico.
Por el lado de la presión en la deuda del sector público no financiero respecto al PIB, el Stock de la deuda a marzo de 2021 ascendió a US$ 47,396 millones, de haberse mantenido el estimado inicial del PIB en dólares, la referida presión se hubiera ubicado en un 60.23 %; mientras que, por el reestimado del PIB en dólares, la presión se ubica ahora en 56.77 %, equivalente a una disminución de 3.46 PP, por el incremento de la magia del denominador.
El triple play que ha logrado la política cambiaria, favoreciendo una apreciación del peso del orden del 2.41 %, un aumento del PIB en dólares en US$ 4,796 millones y el de producir una disminución de la presión de la deuda de 3.46 PP, contribuye colateralmente al manejo de la reducción del déficit fiscal, al abaratarse en pesos el servicio de la deuda en dólares y a su vez, a crear condiciones para contribuir a mantener la calificación de riesgo país, al tiempo de facilitar eventuales colocaciones de bonos en los mercados internacionales de capitales.
Esta opinión no desconoce los efectos negativos que sobre la producción nacional y las exportaciones ejerce la apreciación de una moneda, en cuanto al abaratamiento de los productos importados, frente a los locales y el encarecimiento de las exportaciones, haciéndola menos competitivas en el mercado internacional. Sin embargo, debido a la alta depreciación local en 2020, en torno al 10.1 %, sobre la proyectada que era de un 4.5 %, el efecto negativo de la apreciación de 2021 podría ser neutro.
El esfuerzo del ámbito monetario y cambiario ha sido notorio para que algunos indicadores clave de la economía dominicana no continuarán deteriorándose y ha permitido a su vez la construcción de una narrativa que acomoda el discurso oficial con la palanca de la apreciación del peso.
Entonces, la reverencia habrá que hacérsela a la moneda nacional, que hoy está más fuerte que en enero y a las decisiones de política económica que permitieron el éxito del triple play de la jerga de las telecomunicaciones o del deporte rey de los dominicanos, el beisbol.
También hay darle su reconocimiento al mago del Banco Central. El Sr. ALBIZU y su equipo económico y financiero, que ha permitido la tranquilidad de los sectores financieros y un manejo conservador de las variables de cambio de nuestra moneda con respecto al dólar. Evitando así el desajuste económico que generaría la flotación de nuestra moneda (el peso dominicano).
Gracias Pedro por leer mi artículo y comentarlo