Realizar un balance de la economía de un país, responde básicamente a las preguntas para qué y cómo examinarla; cumplir con ese propósito, ha implicado tomar al menos 11 indicadores que sustentan la forma de cómo la economía dominicana despide el 2018 y las perspectivas para el 2019. Las variables seleccionadas corresponden al comportamiento del PIB, al coeficiente de monetización del crédito, los distintos precios de la economía, las reservas internacionales, las remesas, la deuda del sector público no financiero, la base monetaria, la composición del gasto y el balance fiscal.
Uno de los principales indicadores macroeconómicos es el PIB, el que para el caso dominicano, al finalizar el 2018 cerraría con una expansión de alrededor del 6.7 %, magnitud que estaría siendo superior a la meta original estimada del 5.0 % y también a la reajustada del 6.0 %, consignada en la formulación del presupuesto de la nación del 2018; por lo que, el desvío positivo de la meta ascendería a 1.67 % y 0.7 %, respectivamente.
El crecimiento de la economía del 2018 remonta el nivel alcanzado del 2017, que fue de 4.6 %, en un valor de aproximadamente 2.1 %, al tiempo que supera el crecimiento potencial de la economía, situado en 5.5 %, resultados que evidencian que se ha producido un aceleramiento económico en el 2018 más notorio que el año anterior.
Una característica del desempeño del PIB dominicano del 2018, es que los sectores propulsores de la expansión de la economía han sido las Zonas Francas con 12.0 %, la Construcción con 10.9 %, el Comercio con 8.9 % y la Agropecuaria con 6.9 %, para los primeros nueve meses del año. A priori, es indicativo que sería un crecimiento inclusivo, dado que esos sectores son de los principales generadores de empleo en la economía nacional.
Los préstamos al sector privado por parte de la banca crecerán a una tasa sobre el 13.0 % al cierre del 2018; aunque se le atribuye un papel importante a la cartera de crédito, lo cierto es que al considerar otro indicador más representativo del papel del crédito bancario, como el coeficiente de monetización del crédito en la economía, que finalizará en torno al 26.5 %, valor que no dista del alcanzado en los dos años anteriores, que se situó en algo más del 27.0 %, el referido rol de la intermediación financiera en 2018 no será mayor que en los años precedentes.
En cuanto a los precios, la tasa de inflación terminará registrando probablemente el nivel más bajo de la historia contemporánea, al situarse para el 2018 en el orden del 1.5 %, resultado no solo inferior al de la meta de inflación del año, que es de 4.0%, como punto medio; sino que se colocaría por debajo del piso de la meta que es 3.0 %, sugiriendo además, una desaceleración en la intensidad del crecimiento de los precios con respecto al 2017 que fue de 4.2 %.
Por su lado, la tasa de interés activa nominal promedio ponderado de la banca, estaría concluyendo en el 2018 con un nivel de aproximadamente 12.5 %, inferior en casi 1.3 % a la promedio del 2017, que fue de 13.8 %; el indicado comportamiento de la tasa de interés resulta cónsono con la estabilidad en la tasa de política monetaria, mostrada en los primeros siete meses del año con un nivel de 5.25 %, siendo ajustada luego para el resto del año a 5.5 %.
Respecto al tipo de cambio, la depreciación del peso dominicano terminará según esta opinión, cercano al 4.3 %, inferior en 1.5 % a la proyección a diciembre del 2018 contenida en el presupuesto nacional del año, que la sitúa en 5.8 %, demostrativo de una presión cambiaria similar a la de años anteriores.
Las Reservas Internacionales Neta (RIN), en el 2018 terminaran en un nivel superior a los US$ 6,700 millones, monto que superaría al del 2017 en alrededor de US$ 340.0 millones, este monto ha permitido continuar fortaleciendo el parámetro de cobertura de las importaciones de la economía, en un tiempo que supera los 4 meses de compras en el extranjero.
Acerca de la Base Monetaria Restringida (BMR), el programa monetario del Banco Central la estimó para el cierre del año en un nivel medio de RD$242,773 millones; mientras que, el nivel alcanzado al décimo mes del 2018 fue de RD$ 215,509 millones y aunque algunos de sus componentes se elevan al final de año, particularmente para diciembre, no lo harían en un monto que superen el estimado, dado el monto de crecimiento que para esa época experimentan fundamentalmente los billetes y monedas en circulación.
En cuanto a las remesas familiares, estas superaran en el 2018 los US$ 6,300 millones, monto mayor al alcanzado en el 2017 que fue de US$ 5,911 millones, favoreciendo por esa vía el nivel de la RIN, al tiempo también de servir de soporte a las importaciones de la economía y adicionalmente además ha sido pie de amigo a los resultados de la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Sobre el tema de la deuda del sector público no financiero, el nivel de los pasivos de la economía nacional estaría cerrando el año en alrededor del 40.0 % del PIB, equivalente a un monto de US$ 31,455 millones, cuando a diciembre de 2017 era de US$ 29,543 millones, para una presión del PIB del 38.9 %, comportamiento que significan aumentos en valores absolutos y relativos del orden de los US$ 1,902 millones y de un 1.0 % del PIB.
Al examinar el balance fiscal, los resultados preliminares indican que aunque el déficit previsto del 2.2 % del PIB parecería cumplirse al finalizar el 2018, resulta que los atrasos a octubre en la partida de la disminución de las cuentas por pagar de corto plazo, permite estimar que a diciembre cerrará en torno al 1.5 % del PIB, presionando por esa vía un mayor desbalance fiscal que el contemplado.
En cuanto al gasto público, la composición económica continúa la trayectoria de crecimiento y priorización de los gastos corrientes sobre los de capital, pues conforme a los datos a octubre del 2018 el primer tipo de gasto se situó en 88,5 % y el segundo en 11.5 %, situación que sugiere que al finalizar el año no cambie, al tiempo que posteriormente el gasto público se torne rígido para su transformación.
Al concluir la evaluación del desempeño económico dominicano, el balance permite afirmar que la economía despide el 2018 con un saldo favorable para el país, matizado con desafíos que invitan a un tratamiento obligado y en cuanto a las perspectivas del 2019, también esta opinión prevé un crecimiento menos pronunciado que el del 2018 y más cercano al crecimiento potencial de la economía, que se sitúa en torno al 5.5 %.