El efecto difusión del PIB 2016

A nivel de amplios sectores, la medición del tamaño de la economía, expresada en el Producto Interno Bruto (PIB), siempre concita interés, porque muestra el nivel de desempeño de una economía y por la difusión que previsiblemente supone o se espera sobre otras variables.

En la República Dominicana, como en la mayoría de los países de la región latinoamericana, con frecuencia se cuestiona el desempeño el PIB, especialmente cuando muestra crecimiento. La descalificación se realiza diciendo que el PIB no creció, al  no reflejarse en los bolsillos de los ciudadanos. Una valoración coloquial como esa estaría descartando el efecto difusión sobre variables, como la del empleo.

A partir de 1962, el PIB se relaciona con el empleo, lo hizo el economista Arthur Okun, estableciendo empíricamente una correlación entre las variables indicadas, desde entonces la ciencia económica la ha asumido para realizar los análisis correspondientes al nivel de respuesta del empleo, dado un determinado crecimiento del PIB.

Para el caso dominicano, los estudios más recientes del Banco Central y el Ministerio de Economía y Planificación, muestran que la respuesta del empleo sobre el crecimiento del PIB presenta una elasticidad de 0.5598 para el periodo 1993-2014, indicando ello que por cada 1.0% de tasa de incremento de la economía, el empleo aumento en 24,574; en cambio, para periodos cortos, los años 2013/2014 fue de 0.3991, para una generación de empleo del orden de 17,205 personas.

La actividad económica dominicana hasta septiembre de 2016 creció a una tasa de 6.9% a precios constante, para todo el año podría estimarse en un incremento entre 6.5% y 6.7%, una magnitud que en cualquiera de los casos supera el crecimiento potencial que tiene la economía del país y que se sitúa en alrededor de 4.5%.

De los diez sectores más importantes en términos de crecimiento y aporte al PIB dominicano de 2016, los cuatros que mostraron los mayores niveles de expansión fueron, la minería con 22.3%, la construcción con 12.2%, la agropecuaria con 10.6% y la actividad de intermediación financiera con 10.5%.                                                                                                      Los referidos cuatro sectores suman un aporte a la tasa de crecimiento del PIB nacional de 55.6%.

La magnitud del crecimiento de la economía local en los primeros nueve meses de 2016 fue buena noticia para los agentes económicos y público en general y siempre lo será mientras el PIB crezca, pues independientemente del bajo impacto que pueda tener sobre otras variables, lo cierto es que para cualquier nación, es mejor que el tamaño de la economía se expanda a que se contraiga, dado que una caída del PIB es más probable que no genere empleo, a un incremento del PIB que no genera algún nivel de empleo.

En términos de empleo, los sectores de la economía que más aportan ocupación laboral en dominicana son el comercio, con 935,552 personas, la agropecuaria con 546,426, seguido por la manufactura local con  425,869 y la construcción con 290,165 al 2016; mientras los que menos contribuyeron son, la industria minera con 5,438 y el sector de intermediación financiara con 101,001.

La participación relativa del empleo en 2016 del comercio fue de 21.1%, por su parte la agropecuaria lo hizo con el 12.3%, la manufactura local con el 9.6% y el que menos contribuyó fue la minería con 0.12%.

Al comparar el desempeño económico del PIB de 2016 con el nivel de empleo, se derivan dos aspectos importantes en el presente examen, primero, cómo se comportó el empleo de un año a otro, y segundo, cuales sectores fueron los que más crecieron; así como su vinculación con el aporte al empleo en la República Dominicana.

Los únicos sectores que aportaron empleo fueron el comercio y el sector de intermediación financiera; aunque su colaboración no fue significativa, al ser de 7,506 y 2,079 personas, respectivamente.

Entre los sectores del PIB que crecieron en dos dígitos; pero no aportaron empleo en 2016 y que por el contrario perdieron, se destacan la construcción con 26,330, la agricultura con 14,897 y el sector hotelero con 7,555.  Esta sería una primera razón que explicaría el por qué los ciudadanos del país entienden que el crecimiento económico no les llega, o que no se ha producido.

Por el lado de la asociación del crecimiento sectorial del PIB y el empleo, también se puede afirmar que mientras los sectores que más contribuyeron al crecimiento de la economía de 6.9%, como la minería, que lo lideró con 22.3%, el empleo en esa industria no solo disminuyó; sino que ademas no es significativo en términos de la cantidad de ocupación que aporta, al registrar para 2016 tan solo 5,438 empleos, aún menos que en 2015, cuando ascendió a 9,945 trabajadores.

Lo propio aconteció con la construcción, que mientras creció en 12.2%, el empleo decreció en 26,330, en la misma dirección, la agricultura aumentó en 10.6%, en cambio, el empleo cayó en 14,897 personas.

De manera que los tres sectores que más crecieron, minería, construcción y agricultura, fueron los que más empleo perdieron en la comparación de los años 2015 y 2016; constituyéndose esto, en la segunda razón por la que los ciudadanos dominicanos no asuman como cierto el crecimiento económico experimentado por el PIB en 2016.

Sin embargo, pese a la descripción, el nivel de la tasa de desempleo en la economía dominicana pasó de 14.0% en 2015 a 13.3% en 2016, para una disminución del orden de 0.7%.

Al producirse lo descrito entre el desempeño del PIB y el empleo para 2016, el efecto difusivo que previsiblemente se espera del crecimiento de la economía sobre el empleo, al menos para el año que acaba de concluir no lo tuvo, resultado que debería ser punto de partida para trazar pautas a los hacedores de políticas públicas, a fin impulsarlas en la dirección de que contribuyan a potenciar el efecto difusivo sobre el empleo en la República Dominicana.

Previous Post
Next Post

Comments

Margarita Sánchez

Estupendo artículo, como siempre.

Haivanjoe

Gracias por leerlo